Gran Instancia de París tras la expulsión de por vida de Briatore de la F-1
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PARIS.- El ex patrón de Renault, Flavio Briatore, y la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) se verán mañana las caras ante el Tribunal de Gran Instancia de París, donde el italiano reclama un millón de euros por su exclusión de por vida de la Fórmula Uno, dictaminada por el organismo.
Briatore pedirá, además, que se anule la sanción impuesta por el Consejo Mundial el pasado 21 de noviembre, que aparta definitivamente al ex dirigente de Renault de la Fórmula Uno por haber organizado el accidente voluntario de su piloto Nelson Piquet Jr. durante el Gran Premio de Singapur de 2008.
Ante esa sentencia, Briatore decidió acudir a la justicia ordinaria francesa al considerar que la FIA actuó "cegada por el deseo excesivo de venganza de un sólo hombre", en referencia a su entonces presidente, Max Mosley.
El ex director de Renault considera que Mosley acordó su sanción con el resto de los componentes del Consejo Mundial.
Briatore considera que esa decisión le creó un prejuicio moral que valora, al menos, en un millón de euros.
Considerado culpable de haber organizado el accidente de Piquet para facilitar la victoria de su otro piloto, el español Fernando Alonso, Briatore recibió la pena más dura, mientras que el estratega del equipo Pat Symonds fue sancionado durante cinco años y Renault fue simplemente advertido.
La sanción fue indulgente con la escudería porque admitió cooperar con la FIA y, antes de la reunión del Consejo Mundial, despidió a Briatore y Symonds.
El incidente tuvo lugar el 28 de septiembre de 2008 durante la vuelta 14 del Gran Premio de Singapur, cuando Piquet se estrelló contra un muro, lo que obligó a salir al coche de seguridad, una maniobra que benefició a Alonso, que acabó imponiéndose en la carrera.
El piloto español había repostado poco antes del accidente, por lo que salió beneficiado del parón en la carrera, en detrimento sobre todo del brasileño Felipe Massa (Ferrari), que encabezaba la prueba en ese momento.
El piloto brasileño, apremiado por los nervios, no acabó aquel Gran Premio por culpa de un mal repostaje, mientras que su principal rival para la victoria final en el Mundial, el británico Lewis Hamilton (McLaren), acabó subido al podium.
Hamilton acabó apuntándose ese Mundial con un punto de ventaja sobre Massa, por lo que muchos observadores consideran que aquel incidente, además de beneficiar a Alonso, pudo haber privado a Massa del título mundial.