Inwald, el mundo en miniatura
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Es una pequeña ciudad, localizada al norte de Polonia, famosa por albergar un área de 40 mil metros cuadrados,donde niños y adultos protagonizan escenas como extraídas de un cuento, ya que el parque ofrece la posibilidad de apreciar las construcciones más famosas del mundo, en una escala de 1 a 25 Inwald, el mundo en miniatura
Inwald es una pequeña ciudad localizada al norte de Polonia famosa por albergar un paraíso liliputense.
A través de un área de 40 mil metros cuadrados, niños y adultos protagonizan escenas como extraídas de un cuento, ya que el parque ofrece la posibilidad de apreciar las construcciones más famosas del mundo, en una escala de 1 a 25.
De tal suerte que en cuestión de seguntos, o a más tardar, unos minutos, podrás internarte lo mismo en el Viejo Continente que en Africa o territorio europeo.
Y es que, en este parque denominado Swiat Marzen Park que traducido al español quiere decir "mundo de sueño", puedes circular libremente lo mismo en el edificio del Vaticano que tocar con tus manos la estatua de la Libertad o la afamada Torre Eiffel.
El edén arquitectónico
En este edén arquitectónico, los visitantes se convierten literalmente en gigantes que recorren las calles de Polonia y se ubican frente a los monumentos que por su historia y belleza, forman parte de la historia.
Imagina por ejemplo que acudes a la torre inclinada de Pisa, o el famoso monumento de Big Ben en Londres, y en segudos decides visitar otra maravillas como es la pirámide de Giza, recientemente inaugurada en este parque. Ésta fue elaborada a base de piedra, pesa 420 kilos, mide tres metros de largo por casi uno de alto.
O que luego de pasar por el desierto egipcio, te orientas al norte para llegar a Roma en un trayecto de tan sólo doscientos pasos. O que de ahí, decides emprender suerte al Anfiteatro Flavio, para luego acudir a la Casa Blanca con sus albos muros y columnas que la distinguen.
Ahorros económicos y en tiempo
No tendrás que pagar boletos de avión por cada visita, tampoco hospedaje en distintas ciudades, aquí literalmente "llegas, miras y te vas".
Todas las miniaturas se ubican en los jardines adecuadas para que resistan las inclemencias del tiempo, entre otras razones porque han sido elaboradas a base de fibra de vidrio y están en constante mantemiento. Algunos de los techos de estas es edificaciones no llegan siquiera a la cabeza de los visitantes, pero hay otras que consiguen situarse a la altura de tu cintura.
Siéntete parte de la historia
Aquí, entre paredes y techos de todos los tiempos y materiales, el tamaño no es lo único que se redujo, el tiempo. También se condensó de manera considerable el trabajo para obtener a marchas forzadas las construcciones.
El sitio web informa que fueron sólo mil, dos mil y tres mil horas-hombre lo que requirió cada pieza exhibida.
El paseo por el mayor edificio en cuanto a dimensión es el de Plaza de San Pedro en el Vaticano, Roma, cuya fachada resulta memorable y permite apreciar a detalles sus remates, frisos y molderas.
Este recorrido se recomienda para niños que quieran sentirse grandes, o a adultos que no olvidan la sensación de ser niños.
La experiencia se complementa con un laberinto, juegos mecánicos y un área de picnic, para descubrir un área de 20 mil metros cuadrados, para niños y adultos que disfrutan pasear entre pasillos y calzadas de múltiples árbustos y flores.
El laberinto mide más de un metro de alto, aunque los planes son ampliarlo a cinco metros, posee una plataforma de inspección, lo que permite que los padres pueden vigilar a los pequeños que se divierten entre los arbustos.