La Nuez: Amiga del corazón
COMPARTIR
TEMAS
Esta semilla del árbol del nogal es nativa de una región que se extiende desde Italia hasta China, aunque actualmente su cultivo se ha extendido por las regiones templadas de todo el mundo, especialmente de Europa, Asia y Norteamérica.
Por ser un fruto seco oleaginoso, destaca por su contenido en grasa, que constituye más de las 3/5 partes de su peso.
Entre los ácidos grasos de la nuez destaca el linoleico, esencial para el organismo y con capacidad de reducir el nivel de colesterol, y el linolénico, que pertenece a la serie omega 3, igual que los que se encuentran en la grasa del pescado. Reduce el nivel de colesterol y de triglicéridos en la sangre, evita la formación de coágulos o trombos dentro de los vasos sanguíneos y frena los procesos inflamatorios. Por ella, la nuez es uno de los frutos secos más saludables para el corazón.
Las nueces contienen hasta un 18 por ciento de proteínas, pero son deficitarias en un aminoácido esencial: la metionina. Sin embargo, combinándolas con cereales (en un pan de nueces, por ejemplo) se obtiene una proteína de calidad similar a la proteína animal.
También es buena fuente de vitaminas B1, B2, B3 (niacina) y especialmente de B6, que interviene en el buen funcionamiento del cerebro, así como en la producción de glóbulos rojos en sangre.
El consumo moderado de nueces también es recomendado para personas sometidas a un esfuerzo suplementario: deportistas, estudiantes en época de exámenes, etcétera, por su gran aporte calórico y nutritivo. Sin embargo, precisamente por su contenido de calorías, debe controlarse su consumo en caso de exceso de peso.
Las nueces deben conservarse en frascos bien cerrados. Debido a su riqueza en ácidos grasos insaturados se enrancian con mayor rapidez que otros frutos secos oleaginosos.
Deben masticarse muy bien para facilitar su digestión. Para los ancianos, niños y personas con dentadura deficiente, se pueden triturar hasta conseguir una papilla.
Exquisita y versátil, la nuez es utilizada tanto en platillos dulces como salados. Su sabor conquista tanto en un simple licuado, como en sofisticadas preparaciones de prestigio mundial.
(Con información de consumer.es)