Llama enviado de El Vaticano a ampliar libertad religiosa en México
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<span></span><span style="font-weight: bold;">México.- </span>El secretario de Relaciones con los Estados de El Vaticano, Dominique Mamberti, llamó a los feligreses a ingresar en su agenda personal y social todas las medidas necesarias para ampliar la libertad religiosa en México.
Durante una misa oficiada en la Basílica de Guadalupe para celebrar los 15 años de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, el enviado del papa Benedicto XVI insistió por segundo día en el tema de la libertad religiosa.
En estos tres lustros se debe celebrar que un Estado laico como el mexicano comprendió la relevancia del factor religioso en su sociedad para el restablecimiento de las relaciones con El Vaticano, expuso.
"Debemos celebrar también que en un Estado laico como el que los mexicanos se han dado a sí mismos, comenzarán a darse paso hacia el pleno reconocimiento de la igualdad jurídica ante la ley de todos los ciudadanos en materia de libertad religiosa", indicó.
A su parecer, las reformas constitucionales de 1992 en México representan un signo positivo que la Iglesia Católica reconoce y que permite anunciar un nuevo tiempo para el país.
"Si bien el reconocimiento del derecho a la libertad de culto y de creencia de todos los mexicanos representan un avance que no puede ser soslayado, éste no puede ser considerado el punto límite", opinó.
Para la Iglesia Católica, sostuvo, la libertad religiosa es un derecho inalienable que no se agota en el derecho a profesar cualquier culto o creencia, sino que exige un profundo reconocimiento a la totalidad de factores que integran ese ámbito.
Al citar el Concilio Vaticano Segundo, señaló que la libertad religiosa consiste en que todos los hombres deben estar inmunes de coacción en materia religiosa, además de que no se debe obligar a nadie a obrar contra su conciencia en ese tema.
El diplomático confió en que los fieles laicos colaborarán en fidelidad al carácter eclesial a la activación de medidas y proyectos efectivos que permitan que en México y en América Latina puedan vivir su fe integralmente y con la más amplia libertad.
En la ceremonia estuvieron presentes el cardenal Norberto Rivera, el nuncio apostolico Christophe Pierre y el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Leopoldo González.
Al finalizar la ceremonia religiosa, el enviado papal y los líderes religiosos visitaron la antigua Basílica de Guadalupe y asistieron a una comida en la sede de la CEM.