Minimiza Geithner el riesgo de inflación en Estados Unidos
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"Nadie sería más feliz que yo de terminar el programa", dijo el secretario, quien explicó que aún es necesario por la restricción del crédito que afrontan las pequeñas empresas.
Washington, EU.- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, minimizó hoy el peligro de que el gran volumen de liquidez inyectado por la Reserva Federal en la economía alimente la inflación.
"El desempleo está muy alto y la inflación está muy baja, y está de hecho ralentizándose, no acelerándose", dijo Geithner en una comparecencia ante el Comité Económico Conjunto del Congreso.
La congresista demócrata Loretta Sánchez le había preguntado cómo el Gobierno lidiaría con "la inflación inevitable" que acarreará, a su juicio, la triplicación de la base monetaria en los últimos cuatro años.
"Yo no pondría esa preocupación a la que usted se refiere entre las más urgentes a las que se enfrenta el país", le respondió el secretario.
El Indice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió en octubre un 0,3 por ciento, una décima más que lo previsto, informó el miércoles el Gobierno.
Los analistas consideran que no existen alertas de tensiones inflacionistas por ahora, dada la debilidad de la demanda privada y el alto nivel de capacidad ociosa, lo que implica que las empresas pueden aumentar la producción sin elevar los precios.
En 12 meses, los precios en Estados Unidos han caído un 0,2%, después de que el incremento de octubre erosionara la deflación acumulada a nivel interanual.
En su comparecencia, Geithner dijo esperar que el crecimiento económico continúe en el cuarto trimestre de este año y en 2010, tras el avance "sólido" a una tasa anualizada del 3,5 por ciento registrado en el tercer trimestre.
El secretario dijo que el ritmo económico se acelerará, desde su nivel "modesto" actual, pero que no habrá creación de empleo hasta que el crecimiento "se amplíe y se extienda".
"Vamos a afrontar el riesgo de una recuperación más débil debido a que la restricción del crédito podría dificultar la creación de empleo", explicó Geithner.
Un 10,2 por ciento de la fuerza laboral estadounidense carece de trabajo, una cifra muy alta para el país, pero los últimos datos apuntan a una ralentización en la destrucción de empleo.
El promedio de solicitudes de subsidio desempleo en las últimas cuatro semanas disminuyó en 6.500 y se situó en 514.000, el nivel más bajo desde noviembre de 2008, anunció hoy el Departamento de Trabajo.
En la audiencia, Geithner destacó que el sector de los bienes raíces comerciales, como fábricas, tiendas o aparcamientos, aún está en una posición "muy difícil".
Los promotores pidieron préstamos para llevar a cabo las obras y ahora tienen que refinanciar esos créditos a unas condiciones "mucho más duras", explicó el secretario.
Por ello, Geithner enfatizó que el Gobierno no puede concluir "de forma prematura" su intervención en la economía, incluido el programa de rescate financiero que funciona desde el año pasado con un fondo de 700.000 millones de dólares.
"Nadie sería más feliz que yo de terminar el programa", dijo el secretario, quien explicó que aún es necesario por la restricción del crédito que afrontan las pequeñas empresas.
El fondo proporciona capital a bancos para que sigan prestando, aunque también ha dado dinero a las compañías automotrices General Motors y Chrysler.
Geithner dijo que diversas empresas han devuelto al departamento del Tesoro 70.000 millones de dólares del capital invertido y que el contribuyente ha logrado "una buena rentabilidad".
El secretario también instó al Congreso a aprobar rápidamente la reforma financiera propuesta por el Gobierno.
"El sistema regulador que nos falló tan terriblemente en los años previos a la crisis financiera es precisamente el régimen regulador que tenemos hoy en día", dijo Geithner.
Actualmente, el Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja ultima un proyecto de ley que da poder al Gobierno para intervenir y desmantelar grandes entidades financieras antes de que quiebren, mientras que el Comité de Banca del Senado debate su propia versión de la reforma.