Corea del Sur utilizará el reconocimiento facial para monitorear los positivos de COVID-19
COMPARTIR
Corea del Sur utilizará cámaras y reconocimiento facial para rastrear los movimientos de los positivos en Covid-19
Corea del Sur utilizará por primera vez el reconocimiento de rostros para rastrear los movimientos de personas positivas de COVID-19.
Parten de una ciudad: Bucheon, una de las más densamente pobladas, con más de 800 mil habitantes.
El proyecto piloto arranca en enero: se utilizará inteligencia artificial, reconocimiento facial y un arsenal de cámaras instaladas en prácticamente todas las calles y arterias de la ciudad. Habrá casi 11.000 cámaras conectadas al sistema.
En caso de COVID positivo, el Gobierno podrá reconstruir todos los movimientos de los infectados, reconociendo simultáneamente a las personas con las que ha tenido contactos importantes.
Para Corea, se trata de acelerar y hacer más eficiente un sistema de rastreo de contactos que ya está en funcionamiento y que en sí mismo ya es bastante agresivo. Para rastrear los movimientos de una persona, las autoridades usan estados de cuenta, geolocalización telefónica y otra información personal. El reconocimiento facial sería parte de un mosaico ya bastante complejo de medidas de control.
TE PUEDE INTERESAR...
Tras comparación de AMLO con Hitler, ¿Qué fue el Tercer Reich?
Las autoridades ya usan CCTV, pero analizar videos para una persona específica puede llevar horas, en algunos casos días. El reconocimiento facial y la inteligencia artificial harían que el proceso fuera automático, explican las autoridades coreanas.
El proyecto ya ha recibido una financiación de 1.600 millones de wones. Poco más de 1,2 millones de euros para monitorizar una ciudad de 800.000 habitantes.
La idea fue fuertemente cuestionada por los movimientos en defensa de la privacidad y más allá. Park Dae-Chul, parlamentario del opositor Partido Poder Popular , acusó al gobierno de querer utilizar la pandemia como pretexto para “convertirse en Gran Hermano”, calificando el proyecto de vigilancia como una “idea neototalitaria”.