España celebra Fiesta Nacional sin el rey y con tensión soberanista
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La ausencia del monarca español obligó a realizar algunos cambios en el desfile.
Madrid, España.- España celebró hoy por primera vez su fiesta nacional sin el rey Juan Carlos, convaleciente de su operación de cadera, y con el príncipe Felipe como protagonista. El heredero del trono español presidió en un acto sin precedentes el desfile militar del Doce de Octubre en Madrid. Y lo hizo en un momento de fuertes tensiones independentistas en Cataluña.
La ausencia del monarca español obligó a realizar algunos cambios en el desfile, en el que se escuchó una versión más corta del himno nacional y un menor número de cañonazos. El príncipe, ataviado con el uniforme de teniente coronel del Ejército de Tierra, fue el encargado de pasar revista a las tropas y saludar a las máximas autoridades, entre ellas el presidente del gobierno Mariano Rajoy.
Más de 2,600 militares recorrieron durante una hora el centro de la capital española. La austeridad en la que está inmersa el país por su crisis económica también pasó factura al desfile, que no fue tan amplio como en tiempos de bonanza.
Con un presupuesto tres veces menor, prescindió de carros de combate y vehículos blindados. La exhibición aérea se limitó al vuelo de los siete aviones de la patrulla acrobática Aguila que tiñeron el cielo de Madrid con los colores de la bandera española, rojo y amarillo.
El príncipe Felipe y su esposa, la princesa Letizia, fueron los únicos representantes de la casa real española en los actos militares. Fue también la primera vez que no estuvo la reina Sofía, que sí presidió, acompañada de la infanta Elena, la posterior recepción en el palacio real a autoridades, políticos y representantes de la sociedad.
En este acto, posterior al desfile, el príncipe transmitió un "saludo afectuoso" de parte de don Juan Carlos y conminó a los presentes a brindar "por el rey y por España".
Todo esto ocurre en uno de los momentos más críticos para la corona española. La salud del monarca ha abierto una vez más el debate sobre la posible abdicación en su heredero, de 45 años, que en los últimos tiempos ha ido asumiendo cada vez más actos de la agenda de la casa real y que tiene el respaldo de buena parte de la sociedad española.
Tras la operación de cadera practicada al rey el 24 de septiembre, éste tendrá que volver a pasar por el quirófano a finales de noviembre y se prevé que no pueda andar normalmente al menos hasta enero. Faltará, además, por primera vez a una Cumbre Iberoamericana, la del 18 y 19 de este mes en Panamá.
La trama de corrupción que salpica a la hija mediana del rey, la infanta Cristina, también ha dañado la imagen de la familia real en los últimos meses. Ni ella ni su marido Iñaki Urdangarin participan en los actos de la fiesta nacional desde que éste fuera imputado por la Justicia española a finales de 2011.
El desafío independentista del gobierno de la región de Cataluña también preocupa, y mucho, al rey Juan Carlos. El príncipe Felipe destacó hoy en su breve alocución en el palacio real de Madrid: "Hoy es un día para celebrar lo que nos une, para recordar nuestra historia milenaria y valorar lo mucho que hemos conseguido juntos".
El heredero de la corona española habló también de "futuro compartido de concordia y de progreso para todos los españoles". "Lo que hoy nos une es mucho más", reseñó. Y aseguró que "España continuará trabajando para garantizar ese progreso y ese porvenir para luchar contra cualquier adversidad".
También hoy el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, afirmó en una entrevista en televisión que "la inmensa mayoría" de los españoles siente la Fiesta Nacional "como algo suyo".
El Partido Popular que lidera el presidente Mariano Rajoy auspició en los últimos días una campaña por la unidad de España, como respuesta a la cadena humana formada el pasado 11 de septiembre a favor de la autodeterminación de la región.
Miles de personas, lo que la formación llama "la Cataluña silenciosa", la secundaron hoy en el centro de Barcelona, capital de la región, junto a una gran bandera con los colores de España y Cataluña y bajo el lema "Som Catalunya, somos España". Algunos partidos políticos apoyaron la marcha pero no el más importante de la oposición, el Partido Socialista.
Los asistentes dijeron "sí a Cataluña, sí a España y sí a la Unión Europea". La posibilidad de una consulta soberanista y una Cataluña independiente hizo saltar hace unos días las dudas en torno a la posible permanencia en la UE.
"Vivimos en un momento de crisis y hoy más que nunca nos tenemos que unir como un equipo, todos juntos saldremos de ésta", rezaba el manifiesto leído durante la concentración. "España somos 47 millones, una nación de ciudadanos libres e iguales y Cataluña es parte del paisaje español".
La organización recordó que la concentración debía ser cívica y democrática. Aunque se desarrolló en un ambiente festivo y sin incidentes, sí tuvieron que pedir a algunos asistentes que abandonaran la marcha al portar banderas preconstitucionales con el símbolo de la dictadura franquista, informó hoy el diario español "El País".
También en Barcelona, unas 300 personas participaron en una manifestación ultraderechista convocada por el movimiento "España en lucha", opositor a la autodeterminación.
La plataforma antifascista convocó otra protesta contra la celebración del Día de la Hispanidad bajo el lema "12-O. Res a celebrar" (12-O. Nada que celebrar).
Ambas marchas estuvieron fuertemente escoltadas por las fuerzas de seguridad.
Por Ana Lázaro Verde/DPA
