Nuevamente es aplazado el juicio contra mexicanos en Malasia
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La máxima instancia de justicia de Malasia evalúa si atrae el caso de los hermanos acusados de narcotráfico
KUALA LUMPUR.- Los tres hermanos mexicanos que se enfrentan a la horca por presunto tráfico de metanfetaminas en Malasia recibieron hoy con "esperanza" el aplazamiento del juicio para que su caso sea juzgado en la máxima instancia judicial.
A petición de la defensa, el juez Mohamed Zawawi indicó que corresponderá al Tribunal Federal, equivalente al Supremo o Constitucional en otros países, decidir si admite el caso contra los hermanos González Villarreal: Luis Alfonso, de 47 años; José Regino, de 36, y Simón, de 33.
Los tres mexicanos, esposados entre sí por las muñecas, expresaron su alivio ante la posibilidad de evitar un juicio presidido por Zawawi, conocido por las numerosas condenas capitales pronunciadas en casos de narcotráfico.
"Este juez en duro de roer, ahora tenemos más posibilidades, esperanza, de que esto acabe pronto, esperemos que bien", declaró a los periodistas Simón, al término de la vista que duró poco más de una hora en el Alto Tribunal de Kuala Lumpur.
Zawawi emplazó a los acusados, abogados y al fiscal a la vista que tendrá lugar el próximo 15 de agosto en el Alto Tribunal y en la que se comunicará la decisión del Federal de admitir o no a trámite el caso de narcotráfico por el que los tres mexicanos, un malasio y un singapurés pueden ser condenados a morir en la horca.
En el supuesto de que la máxima instancia judicial rechace el procedimiento, éste continuará en manos de Zawawi, un magistrado curtido en procesos que han acarreado varias condenas a muerte.
En la sesión de hoy, a la que faltaron los abogados de los acusados singapurés y malasio, uno de los responsables del laboratorio químico que analizó las drogas incautadas prestó testimonio desde el estrado.
Se trata del segundo aplazamiento desde que comenzó el juicio a finales de abril.
"Pretendo que el caso vaya al Tribunal Federal para garantizar los derechos de los acusados", explicó Kitson Foong, el principal abogado de los tres mexicanos oriundos del estado de Sinaloa, en el noroeste de México.
Foong opinó que el caso debe ser visto en la máxima instancia judicial porque se vulneraron varios derechos fundamentales de los acusados durante la investigación, en la manipulación de las pruebas y la desaparición de gran parte de la droga decomisada.
"Pero si tenemos que continuar con el juicio y son condenados, todavía tendremos el derecho de apelar al Tribunal de Apelaciones y, finalmente, al Federal", explicó el letrado.
Luis Alfonso, José Regino y Simón, con semblante tranquilo y en buen estado de salud, señalaron que sus condiciones habían mejorado desde que fueron trasladados desde una prisión en Joho Bahru, en el sur, hasta otra de la capital.
"No hay actividades y nos limitamos a comer, dormir e ir al baño, pero antes era peor porque no teníamos agua corriente y estábamos separados", agregó el menor de los hermanos, quienes ahora duermen en la misma celda.
Los acusados fueron detenidos en marzo de 2008 en una nave industrial de Johor Baru, ciudad portuaria próxima a la frontera con Singapur, país que al igual que Malasia impone la pena capital a las personas declaradas culpables de traficar o producir drogas.
Según la versión policial, en el interior de la nave los agentes encontraron diverso material para la elaboración de metanfetaminas, varios precursores químicos y cerca de 29 kilos de esa droga, de los que un tercio desaparecieron durante la custodia policial.
Otros dos ciudadanos mexicanos, considerados los cabecillas de la banda, fueron arrestados en una vivienda de lujo en la que tenían coches de gama alta, pero eventualmente fueron liberados por falta de pruebas y deportados.