Independentistas flamencos hunden nuevo intento de formar gobierno
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Este nuevo rechazo de los independentistas supone que el pequeño país del Benelux, en la encrucijada entre Francia, Alemania y Países Bajos, siga con un gabinete interino encagado de gestionar los asuntos corrientes.
Bruselas, Bélgica.- El líder de la formación independentista flamenca NV-A (Nueva Alianza Flamenca), Bart de Wever, rechazó hoy la última propuesta de reforma del Estado federal en Bélgica y torpedeó así un nuevo intento de formar un gobierno estable en el país, tras los comicios anticipados de junio de 2010.
"Nuestra esperanza era decir sí (a la última propuesta), pero, lamentablemente, tras un análisis profundo, nos parece que no representa una buena base", comentó De Wever en rueda de prensa este mediodía en Bruselas sobre el documento de 110 páginas, popularmente llamado "nota Di Rupo".
Entre las propuestas que realizó su redactor, el líder de los socialistas francófonos, Elio Di Rupo, figuran numerosas concesiones a los independentistas de la N-VA, entre ellas el traspaso de numerosas competencias -ahora federales- a las regiones y a la comunidad de Flandes (al norte, de lengua neerlandesa).
Entre ellas, figuran varias en materia de sanidad, empleo, ayudas familiares, o la regionalización del impuesto de sociedades, además de un vasto proyecto de reforma de la Justicia y de ahorro, en pleno período de crisis.
También se contemplaba la escisión del distrito electoral de Bruselas-Hal-Vilvoorde (BHV), en la periferia norte de Bruselas (ya en Flandes) como pedían los flamencos, y que fue el detonante de la crisis que precipitó los comicios anticipados que desembocaron en el hundimiento del anterior gobierno y en las elecciones de 2010.
Este nuevo rechazo de los independentistas supone que el pequeño país del Benelux, en la encrucijada entre Francia, Alemania y Países Bajos, siga con un gabinete interino encagado de gestionar los asuntos corrientes, pero incapaz de tomar decisiones de mayor calado, por ejemplo respecto al presupuesto federal. De momento sigue en su puesto de primer ministro en funciones el democristiano Yves Leterme.
"Hemos estudiado en detalle el documento (cuyo nombre oficial es 'Un Estado federal más eficaz y más entidades autónomas') y merece nuestro respeto, pero no es una buena base", agregó De Wever.
Pero la ambiciosa propuesta presentada por Di Rupo, bautizado "formador", uno de los epítetos contemplados en el complejo diccionario particular de la interminable crisis belga, mereció finalmente un "no" de parte de Bart de Wever, vencedor de las elecciones anticipadas de hace más de un año.
Bélgica batió el 30 de marzo el récord mundial de país sin gabinete estable, que ostentaba hasta ese momento Irak, con 249 días, y llegó a la marca de 289 días, ahora ampliamente superada.
Di Rupo, secretario general del Partido Socialista francófono (PS) fue el ganador de las elecciones anticipadas en Valonia (comunidad francófona del sur del país). De Wever venció a escala federal, y por añadidura en Flandes (comunidad neerlandófona) del norte. Según la actual constitución federal, ambos deben ponerse de acuerdo para formar un gobierno estable.
El monarca de los belgas, Alberto II, encargó a Di Rupo (posible nuevo primer ministro) la tarea de emprender una nueva reforma del país federal, nacido como tal en 1830, que cumpliera las aspiraciones tanto de los flamencos independentistas (que sean mayor autonomía) como de los francófonos, que apuestan por mantener el Estado federal unido, aunque sea necesario hacer algunas concesiones a los flamencos.