Advierten de la inutilidad del acuerdo sobre clima
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La organización ecologista Greenpeace advirtió que la Declaración de Sydney sobre el cambio climático establece objetivos vagos y es una distracción de la acción real necesaria para corregir el calentamiento global de la Tierra
SYDNEY .- La Declaración de Sydney sobre el cambio climático, firmada ayer por los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), establece objetivos vagos y es una distracción de la acción real necesaria para corregir el cambio climático, advirtió la organización ecologista Greenpeace.
El documento, en el que los 21 miembros firmantes se comprometen a buscar un acuerdo para determinar cómo lograr un uso más eficiente de la energía, "es papel mojado y no incluye ninguna acción real", explicó la portavoz de la organización en materia de energía, Catherine Fitzpatrick.
La Declaración no establece objetivos concretos y obligatorios para la reducción de emisiones que causan el efecto invernadero, se limita a pedir una reducción en la intensidad energética en 25% antes de 2030.
La intensidad energética es un término que se refiere a la relación entre el consumo de energía y el Producto Interior Bruto de un país determinado y, aparentemente, muchos países de la APEC mantienen ya una reducción de la intensidad energética de 1%.
Pedir que se reduzca la intensidad energética en 1% al año en los próximos 25 años es sencillamente inútil, explicó Fitzpatrick. "Si esta (el APEC) es la plataforma para la acción por el clima en el futuro, tenemos problemas graves", opinó la experta en cambio climático.
Según Greenpeace, "la incapacidad de la APEC para lograr un progreso con sentido en materia de cambio climático confirma que el lugar para hacerlo (progresar en la lucha contra el cambio climático) es en las negociaciones sobre el Protocolo de Kioto en Bali (donde se celebrará la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en diciembre" .
Las denuncias de Greenpeace fueron apoyadas y repetidas por otras organizaciones ecológicas, humanitarias y defensoras de los derechos civiles como Get Up, Avaaz y Clean Up Australia.
Los líderes de la cuenca del Pacífico dijeron ayer que el mundo necesita "frenar, cesar y luego revertir" las emisiones de los gases causantes del efecto invernadero y adoptar objetivos modestos para frenar el calentamiento global, mientras miles de personas se manifestaron para pedir más y mejores medidas.
El programa aprobado por la APEC, no obstante, sentó un precedente porque incluyó tanto a los países más ricos como a los menos desarrollados y podría influenciar las próximas negociaciones sobre cambio climático que se realizarán en las Naciones Unidas.
Los líderes "marcaron un nuevo consenso internacional para la región y el mundo", dijo el organizador de la cumbre y primer ministro australiano John Howard frente a la Opera de Sydney, donde los líderes adoptaron la declaración en el primero de sus dos días de reuniones.
"Somos serios con respecto a un enfoque sensato, compatible con nuestras diferentes necesidades económicas, del gran desafío que significa el cambio climático", dijo.
Las economías en desarrollo, lideradas por China e Indonesia, se opusieron a comprometerse con objetivos vinculantes porque creen que perjudicarían el crecimiento económico. Sus representantes argumentan que las naciones desarrolladas deben asumir más responsabilidad frente al cambio climático.
Aunque el cambio climático dominó la cumbre de la APEC el sábado, los líderes trataron otras cuestiones internacionales en reuniones paralelas. Por ejemplo, los presidentes estadounidense, George W. Bush, y el indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, acordaron en una reunión instar a India y China, que tienen lazos económicos significativos con Myanmar, a que intenten ejercer influencia en la junta militar.
El mandatario estadounidense también ha pedido a la APEC que tenga más flexibilidad en las conversaciones del comercio mundial, diciendo que la ronda Doha era "una oportunidad única para esta generación".
Bush dejó la ciudad australiana un día antes de que concluya la cumbre de la APEC y retornó a Washington, con escala en Hawai, para poder prepararse para la presentación, la semana que viene, de un importante informe sobre la guerra de Irak.