UE no espera mejorar relaciones con Rusia mientras Putin siga en el poder

Internacional
/ 2 marzo 2016

    Portugal.- La Unión Europea se mostró el viernes resignada a que sus relaciones con Rusia continúen siendo turbulentas hasta la elección presidencial de marzo próximo en ese país, cuando se conozca el nombre del sucesor del actual jefe de Estado ruso Vladimir Putin.

    "En el período electoral actual, no se puede esperar a que la próxima cumbre UE-Rusia sea revolucionaria", explicó el Alto Representante de la Unión para la Política Exterior, Javier Solana, tras una discusión con los cancilleres de los 27 sobre la preparación de ese encuentro previsto para el 26 de octubre en Portugal.

    "Estoy seguro de que algunos problemas concretos podrán resolverse, pero no todos. Será necesario esperar para ver cómo Rusia y la Unión Europea pueden actuar de modo más creíble para construir una verdadera relación estratégica", agregó Solana en Viana do Castelo (norte de Portugal), donde se reúnen hasta el sábado los ministros de Relaciones Exteriores de la UE.

    Por el momento, esa relación estratégica que los 27 desean se mantiene en un plano "teórico", admitió Solana, un diagnóstico compartido el viernes por todos los cancilleres europeos, según el ministro sueco Carl Bildt.

    "Todo el mundo está de acuerdo en decir que a la hora actual no tenemos relación estratégica con Rusia, incluso si nos gustaría tener una", indicó Bildt.

    Según el canciller sueco, para lograr una relación de ese tipo faltan dos ingredientes claves: "Confianza mutua y diálogo". "Será necesario ver si podemos volver a los cambios esperados en Rusia" tras las elecciones parlamentarias de diciembre y la presidencial de marzo, agregó Bildt.

    Según la Constitución rusa, Putin, en el poder desde 2000, no puede presentarse como candidato tras dos mandatos consecutivos.

    Las relaciones entre la UE y Rusia no han dejado de deteriorarse desde hace un año y medio por diversas razones, entre ellas la cuestión del escudo antimisiles que Estados Unidos quiere instalar en Polonia y República Checa, y que los rusos consideran como una amenaza directa.

    Otro tema de divergencia es el futuro de Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa a la que Moscú se opone a otorgar la independencia.

    A estas grandes cuestiones geoestratégicas se suman otros incidentes que no ayudan a acercar posiciones, como el embargo de Moscú sobre la carne polaca y el caso del envenenamiento en Gran Bretaña del ex espía ruso convertido en opositor del Kremlin, Alexandre Litvinenko.

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