Apatía y hostilidad esperan al papa en Austria
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Viena.- Pese a ser un país mayormente católico, la apatía y la hostilidad í consecuencia de los escándalos sexuales del clero y un impuesto eclesiástico altamente impopular í recibirán al papa Benedicto XVI cuando llegue el viernes en visita oficial de tres días.
La archidiócesis de Viena prometió una ``bocanada de aire fresco'' con la peregrinación de Benedicto, el séptimo desde que subió hace dos años al trono de Pedro. Empero, el cardenal Christoph Schoenborn reconoce que el fervor de muchos austriacos se ha enfriado.
``Ahora, más que nunca, nuestra sociedad necesita el Evangelio'', dijo Schoenborn, en referencia a ``unos años muy difíciles''.
Los austriacos han abandonado la Iglesia católica en cifra récord desde el 2004, cuando fueron descubiertas imágenes pornográficas y eróticas en un seminario al oeste de Viena.
Desde 1995 más de medio millón de personas renunciaron a su filiación católica, cuando aparecieron denuncias de que el fallecido cardenal Hans Hermann Groer tuvo relaciones inapropiadas con varios jóvenes en un monasterio en la década de 1970.
Además, muchos de los que se han dado de baja alegan su indignación con el impuesto eclesiástico, unos 250 euros (340 dólares) anuales y que está recogido en la constitución. La semana pasada, Schoenborn indicó que la visita de Benedicto, que concluirá el domingo, costará a la Iglesia austriaca 5 millones de euros (6,8 millones de dólares) í sin contar los gastos de protección al Santo Padre que sufragará el gobierno austriaco.
El reverendo Federico Lombardi, el principal vocero del Vaticano, dijo que el Papa espera que visita traiga un ``clima'' de serenidad a la Iglesia austriaca tras ``años de dificultades y tensiones''.
``Me siento contento ante la inminente visita que haré a Austria'', dijo el miércoles el pontífice en alemán a los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro durante la audiencia general semanal.