Líderes ucranianos piden calma, no ven una inminente una invasión rusa
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En un intento por tranquilizar al país, líderes ucranianos aseguran que la invasión por parte de Rusia no sería inminente, aunque admiten que la amenaza es real.
Por su parte, Rusia niega estar planeando un ataque, sin embargo, tiene apostados unos 100,000 soldados cerca de Ucrania, lo que provocó que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se apresuren a prepararse para la posibilidad de una guerra.
Hasta ahora varias rondas de negociaciones de alto nivel han terminado sin conseguir avances originando que las tensiones se incrementaran esta semana.
La OTAN movilizó sus contingentes disuasorios en la región del Mar Báltico, mientras que Estados Unidos puso en alerta a 8,500 tropas para un posible despliegue a Europa.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dio la orden a las familias del personal estadounidense en su embajada de Kiev que salieran del país; así mismo, Gran Bretaña decidió retira a algunos de sus diplomáticos y personal de su embajada.
Aún en este clima de tensión, las autoridades ucranianas han intentado llamar a la calma. El presidente, Volodymyr Zelenskyy, aseguró el lunes que la situación estaba “bajo control” y no había “motivo para el pánico”. Mientras que el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, precisó que hasta el lunes las fuerzas militares rusas no habían formado lo que describió como grupos de batalla, “lo que habría indicado que mañana lanzarían una ofensiva”. “Son situaciones arriesgadas. Son posibles y probables en el futuro”, explicó Reznikov. “Pero hasta hoy, (...) esa amenaza no existe”, añadió.
“Hasta hoy, no vemos ninguna base para declaraciones sobre una ofensiva plena sobre nuestro país”, dijo Oleksiy Danilov, secretario del Consejo ucraniano de Seguridad Nacional.
Rusia insiste en que las acusaciones de occidente sobre una invasión a Ucrania son simplemente una tapadera para las provocaciones planeadas por la OTAN. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, acusó de nuevo a Estados Unidos de “fomentar las tensiones”.
En 2014, tras la destitución del entonces presidente afín al Kremlin en Ucrania, Moscú se anexionó la península de Crimea y apoyó a una insurgencia separatista en el corazón industrial del país. Desde entonces los combates entre fuerzas ucranianas y los rebeldes con apoyo ruso han dejado unas 14,000 muertos.
Rusia exige a Occidente que garantice que la OTAN nunca permitirá unirse a Ucrania y que la alianza limite otras acciones como el despliegue de tropas en países del antiguo bloque soviético. estas quejas, como una promesa de veto permanente a Ucrania, son rechazadas por la OTAN, lo que pone sobre la mesa una situación aparentemente irresoluble que muchos temen sólo pueda terminar en una guerra.
Con la decisión del Gobierno estadounidense de poner en alerta a tropas en su territorio para un despliegue a Europa hace suponer que se habrían reducido las esperanzas de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dé marcha atrás de en lo que el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha descrito como una amenaza de invadir la vecina Ucrania.
Se espera que un cargamento en el que se incluye equipamiento y municiones llegue hoy a Ucrania, dentro de un paquete de estadounidense de ayuda de seguridad que está valorado en 200 millones de dólares. Por su parte, otros miembros de la OTAN hicieron también gestos para reforzar la presencia defensiva en Europa Oriental.
Con información de la Agencia The Associated Press.