semana roja: Ausencia peligrosa

Durante la semana pasada, en la que no estuvo presente Felipe Calderón se dieron una serie de situaciones, algunas de alto riesgo otras que ocultan los intereses de muchos políticos o concecionarios. y como se mencionaba ayer en la primera parte de este artículo, "dicen que cuando el gato esta ausente los ratones se divierten. La gira de Calderón fue terreno fértil para que se desataran los demonios".

Comenzando por el `ataque' de los periodistas de radio y televisón tratando de impedir la reforma electoral que ahora les privará de negociar directamente con los partidos polìticos.

Una mano que no cuadra

A esa debilidad en la legitimidad hay que sumar otros sucesos ocurridos en la ausencia presidencial.

Hechos que agitaban a México, mientras en India le colgaban al Mandatario los coloridos collares de flores.

Uno, el estallido de seis ductos estratégicos de Pemex en Veracruz. Una acción terrorista de muy elevado impacto político, mediático y económico, que lesiona los intereses de cientos de empresas nacionales y multinacionales. ni en los peores días del ejército Zapatista, México enfrentó una amenaza así.

Esta es la tercera ola de atentados, los cuales se suman a los de Guanajuato y Querétaro. Acciones extralegales reivindicadas por un EPR (Ejército Popular Revolucionario) en comunicación permanente con los controvertidos hermanos Círigo Vázquez.

Los mismos que operan desde el Senado, y con doble identidad, la reforma de estado cuyo liderazgo recae en Manlio Fabio Beltrones, el pupilo favorito de Fernando Gutiérrez Barrios.

Dos, la comparecencia de Andrés Manuel López Obrador en una de las salas de la Cámara de Diputados.

Una presencia que por la calidad del discurso, condenando el alza de las gasolinas y reclamando el todavía esperado recorte en el gasto corriente al que el Gobierno se resiste, terminó rebasando por la derecha el discurso oficial.

Un discurso oficial que insiste en crear un IVA desde arriba y en encarecer la gasolina en los momentos en que los precios del maíz y el trigo están elevándose, impactando el bolsillo de los que menos tienen.

Un alza en los combustibles que vendrá a encarecer los incrementos, que ya acumulan 16.2 por ciento en el precio del huevo, 15 por ciento en el del pollo, 11.5 por ciento en el del maíz, casi 10 por ciento en la leche y 8 por ciento en el precio del pan. Eso sí, con una inflación oficial de apenas un 4 por ciento.

Si bien el autoproclamado "presidente legítimo" no se presentó en el pleno, sino en un salón privado, ante los integrantes de su bancada perredista, la escenografía que lo enmarcó en televisión terminó por crear un curioso efecto óptico y político que se proyectó a nivel nacional.

El pódium y el presidium exhibidos en la comparecencia del tabasqueño daban la sensación mediática de que López Obrador pudo hacer lo que el Presidente no logró hacer el 1 de septiembre. Discursionar, debatir, hablar pisando el Palacio Legislativo.

Todos esos ires y venires, los de Pemex, los de AMLO, los de los legisladores y los medios electrónicos, enardecidos frente a la ausencia en la escena de un Francisco Ramírez Acuña que cada día se ve menos, que cada día se enconcha más.

Al final, todo esto es para sacar adelante una muy parchada reforma fiscal que, de acuerdo a los números de Hacienda, apenas significará una recaudación de 0.2 por ciento más del PIB, que si no se hubiera presentado. ¿Valía la pena entregar tanto y tan pronto, por tan poco?

Ahora van por el pozo

Por ahora, la venta al vacío que se hace de la nueva legislación electoral es que los consensos ya no se harán en las pantallas, ni en las frecuencias de radio. Y eso, en teoría, es muy sano.

Pero de ahí a que esos consensos pasen por ósmosis a darse en foros ciudadanos, democráticos o en acuerdos civilizados entre los partidos políticos, como sería lo deseable, hay una enorme distancia.

Porque los tiempos políticos y económicos que se avecinan no son de tranquilidad. Porque la crisis económica que amenaza con sacudir en unos meses a Estados Unidos podría castigar dos ingresos vitales para México: las remesas y el turismo.

Si a eso se suma la caída en la explotación de los mantos petroleros, la ecuación económica será difícil de cuadrar. Y en el fantasma de una crisis es donde florecen las presiones de los que viven de facturar estabilidad. De los que venden protección.

¿Alguien cree que Manlio Fabio Beltrones actuó en todo esto con sentido de demócrata, plural y patriota? ¿Alguien puede confiar en la buena voluntad de su compadre Emilio Gamboa Patrón?

Si ambos fueron antes el instrumento del que disponía la "telecracia" para salvaguardar sus privilegios, ¿por qué ahora se les voltearon? ¿Son confiables? ¿están simulando?

No hay duda de que ambos buscarán acelerar su prometida reforma de estado. Promover el plebiscito y el referéndum como instrumentos de legitimación.

Y la figura de un jefe de Gobierno como antesala a sus ambiciones de poder. Entonces, le venderán al presidente Calderón la urgencia de instalarse a sí mismo como el Adolfo Suárez de México. Como el hombre que acelere la transición convocando a un plebiscito en 2009 y a una eventual elección presidencial en 2010.

Sólo así, en medio de la probable crisis económica de mitad del sexenio, podrán disiparse los fantasmas de la intranquilidad social, que no podrá contenerse hasta 2012. Mucho menos recordando el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución.

Sólo así podrán consumar, desde el golpe que acaban de dar, la instalación de la autocracia que salió en 2000 de Los Pinos y que volverá a tomar su lugar entrando por la puerta grande.

Con el aplauso de todos los que en ese momento elogiarán la mano firme de esos próceres que controlan los intranquilos destinos dela nación.