Nuevo escándalo atiza polémica sobre presencia militar de EU en Japón
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Este incidente se produce en plena polémica por la presencia militar estadunidense en el archipiélago, después de que en los últimos años varios marines se vieran implicados en escándalos, entre ellos algunos sexuales, sobre todo en Okinawa.
Pekín, China.- Un soldado estadunidense admitió hoy, tras haberlo negado en el pasado, estar implicado en la muerte de un japonés de 66 años, lo que amenaza con atizar la polémica sobre la presencia de los 47 mil militares estadunidenses en Japón.
Un sargento de 27 años de edad, cuyo nombre no fue revelado, `presentó sus disculpas` tras `darse cuenta que hirió` a un hombre de 66 años, que fue encontrado muerto el 7 de noviembre en el andén de una carretera, según la abogada Toshimitsu Takaesu.
Hasta la fecha, el militar había negado su implicación en el asunto, pese a que la policía nipona había encontrado su vehículo en un garaje cercano con restos de sangre y cabellos, así como con varios golpes en la chapa del auto.
La abogada, citada por la televisión japonesa, indicó que las pruebas de ADN realizadas por los especialistas señalaron que la sangre corresponde a la víctima.
El militar fue detenido en la base estadunidense por sus mandos, pero no fue entregado a la policía japonesa, ya que se beneficia del estatus especial de los soldados estadunidenses estacionados en Japón.
Este incidente se produce en plena polémica por la presencia militar estadunidense en el archipiélago, después de que en los últimos años varios marines se vieran implicados en escándalos, entre ellos algunos sexuales, sobre todo en Okinawa.
La oposición que suscitan en Japón los 47 mil soldados estadunidenses llevó al gobierno de centroizquierda del primer ministro Yukio Hatoyama a pedir una revisión del acuerdo firmado en 2006 por la anterior administración nipona y la Casa Blanca para redistribuir la presencia de marines por el territorio japonés.
Hatoyama había pedido públicamente la semana pasada la cooperación de Estados Unidos para resolver el caso del sargento y la muerte del anciano nipón.
`La frustración de la población de Okinawa sólo puede crecer si el asunto se alarga`, había dicho Hatoyama, tras recordar que la mitad de los militares estadunidenses se encuentran estacionados en esta prefectura situada en el extremo sur del archipiélago.
El presidente estadunidense Barack Obama, que la semana pasada visitó Japón, prometió estudiar la cuestión de la base militar de Okinawa.
Este viernes se anunció la visita del embajador estadunidense en Japón, John Roos, a la zona el próximo 30 de noviembre para discutir con el gobernador provincial Hirokazu Nakaima la reubicación de los militares.