Obama ataca a Bush y McCain en política exterior
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Washington, EU.- El aspirante demócrata a la Casa Blanca Barack Obama, que se distancia de su rival Hillary Clinton en número de delegados a la convención del partido, trató hoy de proyectar una imagen presidencial con un duro ataque contra George W. Bush en política exterior.
En un mitin en Dakota del Sur, donde se celebrarán primarias el 3 de junio, Obama acusó a Bush de haber fortalecido a enemigos de Estados Unidos como Irán o el grupo radical palestino Hamás con sus "políticas fallidas".
Obama se ha enzarzado en una polémica con Bush y el candidato presidencial republicano, John McCain, después de que el presidente estadounidense, en un discurso ante el Parlamento israelí, comparara a quienes proponen el diálogo con Irán con quienes intentaban la conciliación con el régimen nazi antes de la II Guerra Mundial.
La Casa Blanca ha asegurado que esos comentarios, hechos el jueves, no estaban dirigidos específicamente al aspirante demócrata.
Pero según Obama, que aboga por mantener contactos directos con Gobiernos hostiles a EE.UU. como el de Teherán, las palabras de Bush representan "exactamente el tipo de ataque deplorable que ha dividido a nuestro país y nos aleja del resto del mundo".
Obama también tuvo duras palabras para McCain, contrario a hablar con esos regímenes, al asegurar que el candidato republicano guarda "la creencia ingenua e irresponsable de que unas palabras duras desde Washington convencerán a Irán de que debe abandonar su programa nuclear y su apoyo al terrorismo".
El senador por Illinois desafió a Bush y a McCain a celebrar un debate sobre política exterior, "un debate que estoy seguro de ganar, porque los dos tienen mucho de lo que responder".
Otros representantes demócratas, por su parte, acusaron al republicano de aplicar un doble rasero, después de que saliera a la luz una entrevista en la que se declaraba a favor del diálogo con Hamás.
La campaña de McCain precisó que su candidato "siempre ha creído que un diálogo serio requeriría condiciones obligatorias, y que Hamás cambiara fundamentalmente".
Su posición, agregó, "siempre ha sido clara, que el presidente de EE.UU. no debería reunirse de modo incondicional con los líderes de Irán, Hamás o Hizbulá".
El asesor de McCain para América Latina, Otto Reich, declaró a Efe que el Gobierno republicano "ya tiene maneras de hablar con esos regímenes, pero eso no ha dado ningún cambio, por ejemplo, en Cuba, ningún avance".
Cuando sólo faltan por disputarse cinco primarias -Kentucky, Oregón, Puerto Rico, Dakota del Sur y Montana-, los republicanos ven cada vez más a Obama como el candidato al que tendrán que enfrentarse en las elecciones del 4 de noviembre.
Obama cuenta con una ventaja de 1.904 delegados frente a los 1.717 de Clinton, según la cadena de televisión CNN. En total son necesarios 2.025 para lograr la candidatura demócrata en la convención a celebrarse en Denver (Colorado) el próximo agosto.
Dado que las primarias restantes apenas reportan 189 delegados, que se repartirán de modo proporcional, Clinton apenas tiene posibilidades de alcanzar a Obama.
La ex primera dama reclama que se incluya en los cálculos a Florida y Michigan, dos estados cuyas primarias fueron declaradas nulas por el partido por haberse adelantado en el calendario.
En ambos comicios triunfó Clinton, aunque ninguno de los candidatos hizo campaña y en Michigan ni siquiera figuraba el nombre de Obama en las papeletas.
El Comité de Reglas del partido se reunirá el 31 de mayo para decidir qué hacer con los 368 delegados de Michigan y Florida, pero hasta el momento los demócratas se han mostrado renuentes a incluir a ambas delegaciones en pleno, para no crear precedentes en futuras elecciones.
La gran esperanza de la senadora es convencer a una mayoría de los 795 "superdelegados" -funcionarios y notables del partido que votan en la convención al aspirante que prefieran- que quedan por decantarse, de que la apoyen.
Esa esperanza, sin embargo, parece también cada vez más distante pues el miércoles, el ex candidato a la vicepresidencia John Edwards, muy respetado en el partido y uno de los principales "superdelegados" que no se había pronunciado, dio su apoyo a Barack Obama.