Ola de violencia en Somalia entre rebeldes y ejército deja 35 muertos
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Mogadiscio.- Una nueva ola de violencia en Somalia que enfrenta las tropas etíopes y los rebeldes islamistas causó el miércoles al menos 35 muertos, ocho de ellos militares, tras el anuncio de los insurgentes islamistas de vengar la muerte de su líder.
El miércoles por la noche, las fuerzas etíopes mataron al menos a 12 civiles en la localidad de Walaweyne, a unos 100 km al este de Mogadiscio, la capital somalí, tras ser emboscados por rebeldes islamistas, informaron el jueves jefes tribales.
"Hasta ahora, hemos recuperado 12 cuerpos, que fueron colocados en la mezquita. Los vamos a poner en una fosa común. Los mataron anoche (miércoles) y algunos fueron degollados", indicó ese jefe tribal, Alí Omar, contactado por la AFP por teléfono desde Mogadiscio.
"Eran nómadas que estaban instalando su campamento en el poblado de Almore. Los mataron los soldados etíopes que cayeron en una emboscada de los insurgentes en una carretera cercana", indicó otro jefe tribal, el jeque Mohamed Addow.
El portavoz del movimiento islamista extremista de "shebabs", el jeque Mukhtar Robow, confirmó a la AFP la emboscada al ejército en Walaweyne, y afirmó que las fuerzas etíopes habían sufrido grandes pérdidas.
En otro incidente, en el centro del país, al menos perecieron 23 personas, entre ellas ocho soldados etíopes y dos combatientes islamistas, en intensos enfrentamientos tras un ataque rebelde a un convoy del ejército, informaron el jueves varios testigos y fuentes rebeldes.
Los combates tuvieron lugar el miércoles por la noche cerca de la localidad de Garsani, a unos 300 km al norte de Mogadiscio. Los islamistas atacaron un convoy del ejército etíope que se dirigía a Beledweyne, la capital de la provincia de Hiran, según estas fuentes.
Varios testigos señalaron a la AFP que 13 civiles y ocho soldados murieron en los enfrentamientos, mientras que los rebeldes, que reivindicaron la emboscada, anunciaron a la AFP dos pérdidas.
Esta nueva ola de violencia, donde los civiles son otra vez las víctimas más numerosas, se produce una semana después del llamamiento del jeque Robow a sus militantes para que aumenten los ataques contra los soldados etíopes, para vengar la muerte de Aden Hashi Ayro, considerado jefe de los "shebabs", muerto el 1 de mayo en un ataque del ejército estadounidense en el centro de Somalia.