Agua Saludable y su impacto ambiental
COMPARTIR
La novela del proyecto Agua Saludable para la Laguna llegó a su fin. O más bien inició. Depende del ángulo con el que se vea. Después del amparo que promovió la asociación civil Prodefensa del Nazas contra la construcción de una presa derivadora por argumentar que estaba en los límites del polígono del Cañón de Fernández, finalmente el lunes anunció el desistimiento del recurso.
El jueves la asociación, gobernadores y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) firmaron un convenio de acuerdos. Y el viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador vino a La Laguna a aplaudir los arreglos y a declarar “manos a la obra”.
Pero este término de novela o inicio de otra, no debe quitar el renglón del tema ambiental. El jueves le pregunté al director nacional de Conagua, Germán Martínez, sobre el impacto ambiental de la obra y él declaró que lo que marca es la restitución de cualquier vegetación natural que pudiera ser dañada, aunque dijo que “no se está contemplado ningún efecto”.
Las 196 páginas del oficio SGPA/DGIRA/DG/ de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental al director de Asuntos Jurídicos del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Conagua con fecha de 10 de mayo de 2021, sobre la manifestación de impacto ambiental modalidad Regional y el Estudio de Riesgo Ambiental, dicen más que lo que declaró Germán Martínez. Y sí tienen contemplado efectos.
Para la correcta ejecución de las obras y actividades del proyecto se pretende realizar el cambio de uso de suelo de áreas forestales, así como en selva y zonas áridas en un área total de 34.4568 hectáreas, distribuidas en vegetación de mezquital, bosque de galería, matorral desértico micrófilo, para lo cual la Conagua propone las medidas de prevención, mitigación y/o compensación, necesarias para contrarrestar los principales impactos ambientales, como pueden ser: pérdida especies, pérdida de la calidad de los suelos, contaminación del manto freático, erosión del suelo, entre otras.
El documento reconoce que al requerirse un cambio de uso de suelo se eliminará superficie forestal y, por consecuencia, “obligará a algunas especies a reordenarse y con ello generar algunas afectaciones a las poblaciones de fauna local”.
La opinión técnica de la Dirección General de Vida Silvestre fue: “El mayor impacto que probablemente ocasionará el proyecto en el medio ambiente será en el ecosistema acuático por la fragmentación del río Nazas, debido a la construcción de la obra de toma, planta de bombeo y Presa Derivadora, sin embargo, el sitio no presenta la suficiente información técnica y científica que ayuden a determinar el impacto y efectos negativos que tendrán sobre los elementos de vida silvestre, en especial sobre aquellas especies acuáticas endémicas y en riesgo”.
En otro punto, la misma dirección dice que no se presenta un planteamiento metodológico que esté enfocado a los principales impactos que ocasionará el proyecto sobre la vida silvestre, y que por lo expuesto (entre otros puntos) la dirección “recomienda no extender una autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental hasta que no presentar las condicionantes que sustente que el proyecto es viable ambientalmente hablando. Dicho lo anterior esta Dirección General determina que el proyecto de la MIA-R (Manifestación de Impacto Ambiental Regional) no cuenta con una caracterización de la flora y fauna adecuados (...) debido a que no cuenta con muestreo formales que determinen la riqueza de la biodiversidad (...)”.
La opinión técnica de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad fue: “el proyecto no se presenta como una solución a los problemas presentes actualmente en el sitio del proyecto, sino que sus acciones contribuirán a las afectaciones ligadas de manera directa con la explotación de los recursos acuáticos, así como, otras amenazas graves que están dadas por el cambio de régimen lótico a léntico y la disminución del volumen de agua circulante, por lo que el alto impacto humano ha afectado la abundancia y densidades de la flora y fauna silvestre característica de la zona, las cuales pueden verse afectadas aún más con la implementación del proyecto”.
AL TIRO
Según el estudio de impacto, el proyecto tiene 187 interacciones, de las cuales 128 se consideran impactos adversos y 59 como benéficos. Y los clasifican en 123 impactos “despreciables”, 44 “no significativos” y 19 “significativos”, principalmente en suelo, calidad y cantidad de agua y en el paisaje.
Sólo el tiempo dirá el grado de afectación al ambiente. Pero que no digan que no lo habrá.