Burbuja

LA COSTUMBRE DEL PODER

Quizás como ninguno, el escritor Luis Spota describió en su obra cumbre La costumbre del poder, compuesta por las seis novelas: Retrato hablado (1975), Palabras mayores (1975), Sobre la marcha (1976), El primer día (1977), El rostro del sueño (1979) y La víspera del trueno (1980), la tradición de la sucesión presidencial que el PRI realizó de forma tan eficiente durante 70 años consecutivos. Spota escribió lo que sucedía una vez que el presidente definía su candidato a la presidencia. El proceso de destape, la soledad del gobernante al perder reflectores frente a su candidato, las grillas palaciegas y el destino de los excluidos.

Luis Spota fotografió con precisión el proceso de campaña, cómo se forja un candidato y su equipo, los personajes que lo acompañan, su trato con actores políticos, empresarios, cacicazgos regionales y grupos de poder. Nos dio un relato de la compleja relación entre el gobernante y el candidato, su autonomía o la falta de ella.

En la temporada pasada de “Sucesión”, escribimos que, como parte del proceso para elegir gobernador de Coahuila en el 2023, el PRI ha tomado ya una decisión: Manolo Jiménez Salinas. Su mejor opción, el más rentable, el único con posibilidades reales de retener la gubernatura de Coahuila. Luego de su paso por la alcaldía de Saltillo, el gobernador Miguel Riquelme lo nombró secretario de Inclusión Social, una jugada para permitirle movilidad por todo el estado. Lo hace junto a un grupo de trabajo metódico y disciplinado, que lo acompaña en sus recorridos para reunirse con grupos y personajes de todo Coahuila.

La decisión tomada por Riquelme, es de acuerdo con analistas una apuesta inteligente, el paso lógico, la jugada que marca el manual. Manolo Jiménez ha ganado todas sus elecciones, comunica bien, terminó bien calificado como presidente municipal, ha aprendido y se muestra mucho más receptivo, abierto. Tolera o se contiene ante la crítica... por el momento.

Lo que ha seguido, es ir con los liderazgos regionales y eso que suelen llamar sociedad civil identificada con el sistema, para confirmar que Manolo es el ungido. No debe quedar ninguna duda y todos en la estructura del poder deben tenerlo claro, no hay espacio para interpretaciones. La premisa es una sola: Conservar el poder. Un PRI que podría llegar a cumplir 100 años en la gubernatura de Coahuila.

LA VÍSPERA DEL TRUENO

La última de las 6 novelas de Luis Spota de la serie “La costumbre del poder” fue “La Víspera del trueno”, en donde describe con crudeza al régimen autoritario, los estragos y excesos de un poder en manos de un autócrata y los peligros que significaba el ejercicio y concentración de poder en una sola persona.

Un sistema político que ahora en pleno siglo XXI, ha regresado quizás con más fuerza que nunca. Un gobierno unipersonal y quien se intente oponer es víctima de escarnio y linchamiento político.

En Coahuila, estamos en la víspera de ese trueno que podría cimbrar, uno que ha empezado con un ligero cambio de clima político y en donde nubarrones y vientos con amenaza de huracán, se observan sobre el horizonte. La elección estatal no será un día soleado para ningún partido.

Y es que en el otro frente por la gubernatura de Coahuila, en Morena, el partido del presidente López Obrador ha empezado a enviar señales sobre quién podría ser su candidato. En fechas recientes, AMLO ha invocado a la liturgia de su partido con actos y simbolismos para indicar sobre quién podría recaer la candidatura del hoy partido hegemónico.

Los conocedores aseguran que en política no existen las casualidades. Que todo obedece a un diseño y a un plan. De un tiempo a la fecha, la figura de Ricardo Mejía Berdeja (Torreón, 26 de junio de 1968) subsecretario de Seguridad Pública del gobierno de México, ha surgido con mayor fuerza. Tan solo en el 2022, Mejía ha aparecido en 20 ocasiones tomando el micrófono junto al presidente durante las conferencias mañaneras. Eso no ocurrió en los años anteriores.

Al mismo tiempo, y con un patrón de comportamiento predecible, los actores políticos de Morena en Coahuila han acudido a la Av. Constituyentes 947 en la Ciudad de México para tomarse la foto con Mejía, la versión moderna del antiguo ritual que se conocía como el besamanos.

Armando Guadiana, Javier Guerrero, Tania Flores, Lenin Flores y todos los alcaldes y liderazgos de Morena en Coahuila, desfilaron ya por su oficina. De los aspirantes de ese partido, solo le falta reunirse con Luis Fernando Salazar, y ateniéndonos a la historia, podemos decir que ni uno solo de los candidatos a gobernador de Morena, han tenido pasado panista. Un tanto críptico fue su encuentro con el líder nacional del sindicato de maestros, Alfonso Cepeda Salas, también coahuilense.

Ricardo Mejía no es un desconocido en la política regional. Hace más de una década salió de Coahuila en busca de nuevos aires; su proyecto había sido fracasado y sin opciones, se acercó a la primera campaña presidencial de AMLO en 2006. Luego del controvertido resultado, permaneció fiel al tabasqueño y es ahí donde encontramos un dato revelador en su hoja de vida, uno que nos habla de su cercanía con el presidente: Mejía Berdeja fue subsecretario del Trabajo del “gobierno legítimo”, cargo inexistente, pero que 12 años después se materializó. Mejía es pues, un obradorista químicamente puro.

BURBUJA

Para los expertos en economía, una burbuja es un fenómeno impredecible, una etapa de auge, euforia y luego de pánico. Las burbujas tienen un patrón de ascenso y caída, donde algunos logran salir bien librados, pero otros quiebran por sus efectos.

Hace ya muchos años, aunque no tantos en términos de la inmediatez que nos impide recordar el pasado reciente, existió en Coahuila un grupo político que disputó sin éxito, la candidatura priista a la gubernatura estatal en el 2005. Lo encabezaba el político lagunero Raúl Sifuentes Guerrero, poderosísimo secretario de gobierno en la administración de Enrique Martínez.

A ese grupo lo llamaron “La Burbuja” y entre ellos, estaban políticos como Eduardo Olmos, Francisco Saracho, Lauro Villarreal, Jorge Luis Morán, Noé Garza, Luis Efrén Ríos, Laura Reyes Retana, Demetrio Zúñiga, Juan Antonio Navarro, Raúl Garza, Benigno Gil, Rigo Fuentes, Javier Lechuga, José Luis Dovalina, Carlos Villarreal y dos nombres que destacan entre todos: Miguel Riquelme, y Ricardo Mejía.

Cuando sucumbió el proyecto de “La Burbuja”, sus integrantes tomaron diferentes rumbos. Algunos se reagruparon en otras opciones políticas dentro del propio PRI, otros cambiaron de partido, pero hoy, el destino los podría enfrentar por la misma aspiración por la que una vez lucharon juntos: La gubernatura de Coahuila. Para unos significa la continuidad de un proyecto, para otros el cambio de régimen.

En el próximo capítulo, intentaré explicar la génesis y destino que tuvo el proyecto político de “La Burbuja” y hacia donde migraron sus integrantes. La historia nos dice que hay burbujas formándose todo el tiempo y que quizás la disputa por Coahuila, será al final, entre exburbujos y entre ellos se conocen muy bien.

Continuará...

@marcosduranf