Coahuila 2023: ¿La gobernabilidad o el caos? (1)
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¿Qué entorno enfrentará Coahuila durante la sucesión gubernamental en 2023?
Miguel Riquelme cerrará su gestión a tambor batiente; con indicadores sólidos en empleo, inversión y seguridad pública, a pesar de los recortes presupuestales y un entorno pandémico sin recursos federales.
Miguel tendrá alineados a su favor los distintos grupos políticos priistas con la posible excepción de Jericó Abramo Masso, el cual, en caso de no ser candidato a la gubernatura por el PRI, requerirá ser integrado al proyecto transexenal del tricolor.
Igualmente, Riquelme contará con el apoyo empresarial de las distintas regiones del estado por su infatigable trabajo para mantener un clima laboral estable bajo un contexto nacional incierto.
El control de Miguel sobre los poderes Legislativo y Judicial, arropará, sin duda, su eventual salida en 2023.
Estos comentarios encuentran una base empírica: Riquelme ha fortalecido su posicionamiento –a lo largo de los últimos meses– como el tercer mejor gobernador evaluado a nivel nacional por sus mismos coterráneos (Mitofsky, agosto 2021).
En síntesis, Miguel ha blindado Coahuila con parámetros sólidos de gobernabilidad en sus tres pilares fundamentales: política, economía y seguridad pública.
Pues, mientras el País arde bajo los vientos huracanados de la incoherencia neopopulista; los coahuilenses entendemos y asumimos con certidumbre la autoridad rectora del Estado y sus instituciones.
Mientras el Gobierno Federal olvida y repudia al empresario; los coahuilenses multiplicamos su centralidad como factor esencial de la productividad económica estatal.
Mientras la 4T abraza (y apapacha) de manera indiscriminada al crimen organizado en todo el País; los coahuilenses –mediante un modelo policial exitoso y una infraestructura militar fuerte– amurallamos nuestro estado para impedir la violenta muerte tatuada en el corazón e inteligencia de los sicarios y sus jefes.
En estos tres años, Riquelme ha logrado lo impensable: fortificar y atrincherar Coahuila de una 4T que destruye –sin tener modelo alternativo– a nuestro país, para crear un islote de robusta gobernabilidad en medio de un caos repleto de anarquías.
De ahí, la importancia de analizar los retos que enfrentará Miguel en 2023, para evitar que ese caos envenene y destruya a Coahuila después de su partida.
(Continuará el próximo miércoles)
