¿Cómo respetar y detener?
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Respetar los derechos humanos y detener avance. No maltratar ni lastimar pero al mismo tiempo detener. No usar violencia pero lograr que no avancen.
No se trata de poner orden en algún pequeño grupo. En las caravanas los migrantes se cuentan por millares.
No es sólo una corriente migratoria creciente sino tumultuosa y, algunas veces, incontenible.
Ciudades como Tapachula se sienten invadidas, saturadas, congestionadas. Se juntan no sólo los que llegan sino los devueltos. La población local se siente sofocada y sobrepasada en sus recursos de hospitalidad y sustento.
Es un problema que se dejó crecer y no se buscaron caminos de humanización oportunamente. Aun los remedios que se buscan aplicar de desarrollo en las zonas que huyen de sí mismas, son procesos de lentos resultados y las soluciones requieren urgencia e inmediatez.
La situación semeja a un líquido efervescente y agitado que presiona cada vez con más fuerzas el tapón de su botella. Y todo con la contención de filtros de trámites selectivos y vacunación que busca evitar contagios.
Se requieren acuerdos inaplazables de gobernantes centroamericanos con los gobiernos de México y Estados Unidos para festinar un plan de visas de trabajo que incluya también a Canadá.
La posición geográfica de nuestro país le hace jugar el inevitable papel de puente, de pasillo único, de trayecto indispensable para el itinerario de los migrantes persistentes y crecientes. Es lugar no sólo de abasto, de asistencia y refección. Tiene también que ser dique y freno para una contención que evite después lo incontrolable.
El equilibrio entre derechos humanos y necesidad de orden se vuelve tenso y complicado. Se trata de evitar extremos. Ni violencia desbordada ni pasividad sólo espectadora y permisiva. Desde Tapachula hasta Ciudad Acuña y, sumada también al torrente humano, la numerosa negritud haitiana.
¿HAY ALGUIEN AHÍ?
Ciertamente hay vida.
Pero, ¿es ya vida humana? ¿Es algo o es alguien? ¿En qué momento se puede usar el adjetivo que la vuelve vida intocable?
¿Es parte del cuerpo extirpable del cuerpo materno o es otro cuerpo? La ciencia dice que en el inicio se tiene un ADN con todas las instrucciones para la gestación de otro ser humano.
Ya hay humanidad. Ya hay alguien ahí. Otro ser indefenso e inocente que se prepara para llegar a nacer. Un espíritu como principio vital que anima lo material.
Destruirlo, inhabilitarlo, cortar su desarrollo es matarlo, asesinarlo con premeditación alevosía y ventaja.
No es acción médica que esté al servicio de la vida. No cura ni sana sino es acción occisiva que produce un difunto.
La ética natural la ve como una grave falta moral contra la dignidad humana. Es una decisión a la que nadie tiene derecho porque es causar a otro un daño que no se aceptaría para sí mismo.
Quien está ahí puede ser una mujer pequeñita que no puede defenderse gritando: “¡Alto. Soy yo! ¡Hay alguien aquí!”.
ALGO CONFUSO
Muchos sin leer con cuidado la pregunta van a responder: “SÍ” creyendo que ratifican y estarán revocando.
Otros, con igual ligereza, responderán: “NO” creyendo que revocan y estarán ratificando.
Todavía hay tiempo de preparar pregunta sin confusiones “¿Quiere usted que siga gobernando el actual mandatario? SÍ o NO” y punto.
Así se evitarán falsas mayorías, sea para ratificar o para revocar.