Comorbilidades: las socias funestas del coronavirus
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De acuerdo con el boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud, la hipertensión, la diabetes y la obesidad constituyen las comorbilidades más importantes que acompañan a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 y en lo que va del año han contribuido al fallecimiento de más de 34 mil personas en Coahuila.
Desde el inicio de la pandemia se ha dicho que estos −y otros− padecimientos incrementan el riesgo de desarrollar síntomas graves en caso de contagiarse con alguna de las variantes del coronavirus y por ello quienes tienen diagnosticadas tales enfermedades deben incrementar las precauciones.
Lo que hoy sabemos es que, en presencia de la pandemia que nos aqueja, los fallecimientos a causa de la hipertensión se han incrementado en 33 por ciento
en 2021, respecto de 2020; los causados por la diabetes han crecido casi 60 por ciento y los derivados de la obesidad han subido 50 por ciento.
Las cifras anteriores preocupan aún más cuando se agrega el dato de que, durante 2020, las muertes asociadas a los padecimientos citados habían descendido de forma considerable respecto de 2019 .
Hará falta desde luego, una explicación puntual entre los números gruesos y la forma en la cual interactúa el COVID-19 con estos padecimientos para comprender de mejor manera el fenómeno que retrata la estadística. Sin embargo, las cifras por sí solas deben convocar al análisis.
Adicionalmente es imperativo que las autoridades sanitarias ofrezcan la mayor cantidad de información posible para que la sociedad en general y quienes padecen estas enfermedades en particular, estén informados de la manera más completa posible respecto de las implicaciones que para su salud pueden tener tales padecimientos.
Y es imperativo porque estamos hablando, para decenas de miles de personas, de la diferencia entre vivir una vida digna, es decir, una vida saludable, y padecer el deterioro de esta e incluso perderla.
En este sentido es necesario señalar que para evitar los peores estragos que la combinación de estos padecimientos y la enfermedad provocada por el coronavirus, antes que tratamientos médicos se requiere, sobre todo, información que sirva a las personas para desplegar las acciones preventivas que les permitan mantener la salud.
También se requiere, desde luego, contar con un sistema sanitario capaz de atender con eficacia a quienes, pese a todo, desarrollen síntomas graves o se coloquen en situación de precariedad, pero por encima de eso es indispensable desplegar una estrategia preventiva.
Cabría esperar por ello que, además de reforzar la promoción de las medidas de prevención contra la propagación del coronavirus, las autoridades sanitarias y educativas impulsen las campañas de información relativas a las comorbilidades
que vuelven más peligrosa la pandemia y con eso se contribuya a que las estadísticas funestas provocadas por esta dejen de incrementarse.