Con Trump, ganó la política del bolsillo, no de la democracia
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Plácido Garza analiza lo ocurrido el pasado 5 de noviembre en EEUU. Viene un teatro político
Les platico:
Para darle profundidad y sustento al contenido de mi artículo les diré que el amigo a quien conocí en el Washington Post hace algunos años, ha recibido el ofrecimiento para permanecer como uno de los tres líderes del área jurídica en la siguiente administración de la Casa Blanca.
Es mi fuente -no oficial, lo admito- pero he recibido cero solicitudes de réplica desde hace cuatro años, al tocar temas relacionados al gobierno de EEUU.
El siguiente análisis lo “reboté” con él y ya validado con abogados norteamericanos, lo comparto con mis queridos lectores. ¿Arre? ¡Arre!
Desechan juicios pendientes contra Trump
Cuando asuma la presidencia el 20 de enero próximo, lo hará libre de los juicios federales, porque los estatales sí quedarán vivos.
Me voy a explicar:
Un abogado constitucionalista con quien “crucé” esta información en Washington, D.C. me dijo que los jueces de los litigios estatales, en los que Trump no puede perdonarse a sí mismo, van a postergar la decisión por cuatro años.
En estos casos, Trump entrará en un limbo legal hasta que deje la presidencia en 2029, pues es poco probable que por su edad se anime a buscar una reelección.
Trump ha insinuado que quiere cambiar la Constitución para asegurarse un poder absoluto.
En realidad no lo tendrá cuando arranque su mandato, por el siguiente dato:
Hay un procedimiento que en español se traduce como “obstruccionismo”, mediante el cual, para ciertos temas, el poder Ejecutivo a su cargo necesitaría 60 votos del Senado y cuando reciba la administración, no los tendrá.
Tendría que modificar la Constitución para librar ese “obstruccionismo” que las leyes norteamericanas contemplan, a fin de evitar la concentración excesiva de poder en la presidencia.
Aún antes de que consiga librar ese obstáculo, Trump tendrá un poder sin precedentes en la historia de EEUU.
Él mismo lo ha dicho, pero ahora vemos que eso no es totalmente cierto.
El discurso de Trump hacia las masas dice que va a cumplir con sus promesas de campaña
Pero...
Después de mis consultas en Washington, creo que va a haber un aumento en las deportaciones, pero no será tan grande como él mismo lo pinta.
No puede deportar a once millones de indocumentados en el mejor de los casos, porque ha hablado de 20 millones.
Va a comenzar su mandato con eventos espectaculares. Como deportar a criminales y se va a tomar fotos frente a una nueva cárcel para los indocumentados, en Eagle Pass o Laredo o McAllen, Texas o en cualquier otro punto de Arizona y California.
Hay dos motivos para que no se den las deportaciones en el volumen que él proclamó en su campaña:
1- Deportar a una cada persona cuesta $11,000 dólares más el pasaje a sus países de origen.
2. Una expulsión masificada en los niveles que él habla, provocaría grave escasez de mano de obra en segmentos como la construcción, restaurantes, hoteles, agricultura y todo esto elevaría los precios, lo cual provocaría una mayor inflación en EEUU; obvio, no le conviene a su gobierno.
Creo que en este sentido va a haber acciones simbólicas para contentar a su base de electores, como las que menciono aquí arriba.
Tampoco va a cerrar la frontera y olvídense del muro. Va a declarar cerrada la frontera, aunque no lo esté, fiel a su estilo populista.
Donde va a apretar las tuercas es en el tema de los aranceles.
Pero aún en este sentido vale la pena un par de precisiones.
El ex presidente Vicente Fox es un hacendado. En su rancho San Cristóbal, de Guanajuato, cultiva brócoli y otras verduras con fines de exportación a EEUU.
Hablé con uno de los administradores de sus ranchos y me dijo que si Trump aplica aranceles del 25-30%, México puede vivir con eso, porque los costos laborales en nuestro País son todavía menores a tales tasas.
Esos niveles de arancel no sería catastróficos para México, porque los que su gobierno aplicaría a los productos chinos serían mucho más altos.
Pero si Trump cumple su amenaza de aplicarle un arancel del 100% a los productos mexicanos, entonces sí, a rezar se ha dicho.
Después de analizar la situación con los especialistas norteamericanos citados, no creo que lo haga porque está también el factor de los productores de granos en el centro de EEUU, que exportan 3/4 partes de su producción a México y naturalmente, si Trump aplicara ese nivel de aranceles, nuestro gobierno no se quedaría con los brazos cruzados y haría lo mismo a lo que importamos del vecino.
Consecuentemente, no me extrañaría que para llevar las cosas en paz, México claudique en ciertos temas y Trump le baje dos rayitas a sus amenazas.
Como se ve, ambos países se necesitan. Hay mucho en juego. Va a haber tensión y sobre todo, mucho teatro político, de los dos lados.
¿Y el voto latino?
Este fue el tema más notable en las pasadas elecciones de EEUU.
Por ejemplo, el Condado Dade, de Florida era demócrata y ahí ganó Trump de Calle.
También ganó en el sur de Texas.
El voto latino a favor de Trump fue del 45%. En las elecciones de 2020 fue el 32%.
Pasó un poco lo mismo que en México.
El discurso de la democracia no jaló. Ganó la política del bolsillo
El Partido Demócrata se basó demasiado en las cifras MACROECONÓMICAS, que son buenísimas: la inflación cayó al 2.4%; el índice de desempleo es el más bajo de la última década, 4.1%, el crecimiento económico es el más grande de todos los países ricos.
Ese fue el enfoque en el discurso de Kamala Harris.
Pero ese discurso llegó demasiado tarde a la MICROECONOMÍA de la gente.
Por eso perdieron los demócratas.
Al respecto, el legislador Bernie Sanders dijo que el Partido Demócrata se olvidó de la clase trabajadora.
En realidad Bernie es el problema, más que la solución, porque su Partido debió correrse hacia el centro mucho antes de lo que lo hizo.
Por tardarse, por no hacerlo, pagó las consecuencias.
Los demócratas en el poder, con Biden, cometieron otros errores, no solo olvidarse de la microeconomía, sino también haber reducido los presupuestos a las policías estatales, porque en lo que todos estamos de acuerdo en EEUU, es en catalogar como grave el problema de la violencia.
Y para aclarar el punto de Bernie Sanders: he hablado tres veces con él; la última el año pasado en Nueva Orléans y puedo decir sin ambages que él es un problema para el Partido Demócrata, no la solución.
Ya platicaré más de esto en posteriores artículos, claro, apenas consiga su anuencia, porque es medio especial...
Cajón de Sastre:
- Sigue el furor cultural desatado en éstas bárbaras e ingobernadas comarcas del norte.
- Nos visita la Compañía Nacional de Teatro, que presentará hoy “Los Empeños de una Casa”, de Sor Juana Inés de la Cruz y mañana “Baño de Uñas” “Y Fuimos Héroes”.
- También hoy y mañana, “Eurídice”, dirigida por Luis Guerrero, en el Auditorio Luis Elizondo del Tec de Monterrey. Ahí les platicaré...
- Entonces, mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.
- Por lo pronto, que tengan ustedes un plácido domingo.