De acomodos y trapacerías
A dos años de finalizar la administración del negocio, Riquelme mueve sus piezas discretamente y simula su acuerdo con los designios del exdictador coahuilense que, a como dé lugar, pretende imponer 24 años de moreirato.
Hablaremos primero de los acomodos que se dan y darán en los próximos días, después daremos paso a las trapacerías.
1ER ACOMODO. Pancho Saracho llega a la Secretaría de Educación con la encomienda de elevar la calidad educativa en un ambiente viciado por la influencia del SNTE a través de Carlitos y su pandilla. ¿Qué le va a importar a Carlos “N” si la educación es de calidad o no? Si eso no se refleja en la posibilidad de meterle mano, como a las cuotas sindicales o al fondo de pensiones.
El papel de Pancho será el de hacer uso de su capacidad de negociación y flexibilidad que ha adquirido en los últimos 35 años en la política.
Maestros agraviados por el saqueo de sus fondos de pensiones y las bajas percepciones que reciben por parte de una administración en déficit desde 2012, atacados por la epidemia y sin apoyos didácticos para trabajar desde casa, constituyen un frente que deberá ser convencido con elementos muy distintos a la sola vocación, de la que es imposible comer.
Saracho tiene en su haber su paso por la Secretaría del Trabajo, el programa Solidaridad, la diputación local, la alcaldía de su pueblo, Acuña, la diputación federal y la administración estatal en la Secretaría de Desarrollo Social.
Le esperan varias sorpresas que requerirán del talento y olfato político del que hace gala, ¡y enhorabuena!
2DO ACOMODO. Riquelme sabe que no podrá elegir a su sucesor, y en ese ejercicio moverá a sus alfiles para, al menos, accidentar la nominación del cantado príncipe Manolito el 1ero y, de rebote, imponerle condiciones.
Su papel es evidente, pero fue el mismo que le valió su puesto actual, y de que es inteligente, no hay duda.
Ha arropado a su aliado más importante en el Congreso del estado o templo de alabanza, pero pronto lo requerirá para hacerse cargo del PRI y tener el control de la elección, al menos en su plataforma, elemento en el que Olmos es experto comprobado.
Desde su oficina enviará a Torreón a un funcionario para reforzar la campaña del alcalde Cepeda, quien ya tiene presencia estatal como exsecretario del Trabajo y sólo le restaría cuidar su administración para presentar un frente contra el príncipe de Monterreal.
Sabedor de la tirria que Rubén le tiene a Claudio Bres, instalará a este en una oficina de gobierno en abierto mensaje, en el sentido de que él también cuenta en la sucesión.
Las antenas apuntan al grupo compacto de la burbuja que incluso tiene nexos a nivel federal a través de Mejía Berdeja, y en un dejo de despecho hasta incluye a Javier Guerrero y a su patrimonio político.
ÚNICA TRAPACERÍA. De nueva cuenta la forma de manejar el patrimonio de la escuela de cuadros del PRI o Universidad de Coahuila por parte de su rector causó graves estragos y éste debió acudir a la administración estatal para que le facilitara 480 millones de pesos para completar los pagos de diciembre.
Descubiertos por la Auditoría Superior los hurtos y malos manejos, disfrazados de omisiones e inconsistencias, es bien sabido que los fondos universitarios así como el de pensiones de profes fueron utilizados en las campañas para alcaldes y diputados en este año.
Clama el rector por auxilio con el argumento de que el Gobierno Federal no entregó lo que le correspondía, y claro que conoce que la razón de esa reducción se debe a los malos manejos a través de duplicidad de nóminas, empleados fantasmas o aviadores e inversiones en programas educativos que sólo existieron en la presentación de Power Point usada, pero que jamás se invirtieron en los proyectos planteados. Confirmándose con lo anterior el triste papel de la UAdeC como un instrumento del poder para elecciones, al que fue condenado por la dupla moreiriana de los hermanitos. ¡Haya cosa!