¡Debanhi o la vida!
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Para María Fernanda
y Regina
¿Quién es Debanhi? Ella es el rostro de tu bien amada compañera de vida; tu hija o sobrina; tu hermana, madre o abuela; tu amiga más querida o tu colega del trabajo.
Ella tiene el rostro de las siete a doce mujeres -que entre 12 y 17 años- desaparecen cada día en nuestro país.
Ella es el corazón de esas 3 mil 241 mujeres, como promedio anual, que han desaparecido cada año en la última década (RNPDO: 2022). Sólo en Nuevo León, su tierra, desaparecieron 52 de ellas en 2022; y mil 700 continúan sin aparecer en todo el estado (RNPDO: 2022).
Cuando Debanhi tenía dos años, las desapariciones empezaron a crecer de manera exponencial en México -a un porcentaje del 98% anual- por la relación existente entre dicho incremento y el inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, que se produjo durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) (Informe del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada (CED): 2022). Ella nunca imaginó -como todas las mujeres desaparecidas- que ese torbellino letal las alcanzaría algún día.
Y, peor aún, ninguna de ellas supuso que una vez desaparecida, su caso difícilmente sería judicializado o alcanzaría sentencia. Porque en México, “sólo entre el 2% y el 6% de los casos de desaparición han sido judicializados, y el Estado mexicano sólo ha emitido 36 sentencias en casos de desaparición de personas a nivel nacional” (Informe del Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada (CED): 2022).
Por ello, ese informe alcanza una escalofriante verdad: en México existe “una situación generalizada de desapariciones en gran parte del territorio nacional, frente a la cual imperan una impunidad casi absoluta y la revictimización”.
¿Pudiera, el alma de Debanhi, que es reflejo del alma de todas las mujeres desaparecidas, haber imaginado que su presencia en esta vida sería tan invisible como su muerte?, ¿Que sólo fue significativa para sus más cercanos, pero nunca para un “Estado profundamente débil e incapaz de ofrecer la certeza de la vida e integridad...” para su alma: reflejo de todas las mujeres invisibles?
Desde su evanescente condición, ¿podría el alma inteligente de Debanhi soportar las palabras de AMLO ante el reporte de especialistas de la ONU: “ningún organismo internacional va a ponernos en el banquillo de los acusados”. (Los expertos del CED) “no tienen toda la información” (y no actúan) “con apego a la verdad. Si estamos actuando con legalidad, con humanismo, si no permitimos la corrupción, si no permitimos la impunidad, ¿qué pueden hacer? Nada. Inventar, eso sí”.
Esta profunda crisis que lacera nuestras vidas cotidianas desde su raíz, abandona a la mujer a su propia suerte y la condena a vivir en una dimensión, en la cual; vivir o morir da lo mismo, en un país como el nuestro.
Por ello, ante tal abandono y desolación la respuesta es una: organizarse y protegerse a sí mismas desde el hogar hasta el trabajo, pasando por el lugar de diversión. Porque es imposible imaginar que un Estado hetero patriarcal como el nuestro las protega y rescate algún día para darles la visibilidad y el poder que se merecen.
Ese es el mínimo respiro de vida para honrar y visibilizar el alma de Debanhi que refleja los rostros de las miles de mujeres desaparecidas en México.