El Coronavirus SARS-CoV-2 sigue entre nosotros; y sigue cobrando víctimas

A estas alturas, luego de poco más de tres años de que la pandemia provocada por el Coronavirus SARS-CoV-2 modificara violentamente las vidas de todos los habitantes del planeta, damos por descontado que esta ya concluyó y, en consecuencia, no hace falta ocuparse más de ella.

En términos generales sin duda hemos superado la peor parte de la crisis sanitaria. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden declaró, durante una aparición en el programa “60 Minutos” en septiembre del año pasado, que la pandemia había terminado. Y casi todos los ciudadanos del mundo actuamos cotidianamente en consecuencia.

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Sin embargo, como lo reportamos en esta edición, no todo el mundo ha logrado desentenderse de la presencia del virus y, al menos en Coahuila, casi todos los días ha muerto una persona a causa de éste, del primer día de enero pasado a la fecha.

En efecto, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud, en los primeros 86 días de este año se ha registrado el deceso de 70 personas, residentes de nuestra entidad, a causa de complicaciones provocadas por la enfermedad Covid-19.

Esto, a tres años de registrarse la primera muerte en Coahuila a causa de la pandemia, constituye un llamado de alerta para todas las familias entre cuyos integrantes se encuentren personas con circunstancias particulares que los vuelven especialmente susceptibles a desarrollar síntomas graves.

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El volumen de fallecimientos es claramente menor al registrado en el período transcurrido entre el 28 de marzo de 2020 -fecha del primer deceso- y el último día del año pasado, pues en ese lapso se registraron casi nueve fallecimientos en promedio por día.

Sin embargo, no deja de ser una cifra importante que debe llamarnos a preocupación. 70 decesos no son pocos y, aunque en comparación con los registrados en la etapa más compleja de la pandemia, sean mucho menos, queda claro que el fenómeno sigue representando un riesgo para la salud y la vida de las personas.

La mayor parte de nosotros y, en general, todo el que ha estado dispuesto, ha sido inoculado con alguna de las vacunas que se pusieron a disposición de la ciudadanía. En general, salvo los problemas de organización en el proceso, no se han registrado casos de personas que quisieran recibir la vacuna y no hubieran tenido acceso a la misma.

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Sin embargo, desde el principio hemos sido advertidos en el sentido de que estar vacunados no impide la posibilidad de contagio, aunque sí reduce de forma significativa el riesgo de desarrollar síntomas graves. Por ello, es preciso no perder de vista que el riesgo sigue allí y su presencia debiera implicar seguir observando medidas de prevención.

Sin duda el Coronavirus y sus variantes presentes y futuras seguirá entre nosotros. Con el tiempo se volverá -igual que múltiples virus causantes de enfermedades respiratorias- un mal endémico. En tanto eso ocurre y a la vista de las cifras fatales, las precauciones nunca estarán de sobra.