El tiempo de la alegría
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Estamos de vacaciones, se nota, la ciudad está tranquila, en las horas pico el tráfico vehicular es menos fluido, julio es el mes de las fiestas culturales, el festival de guitarra fue un fabuloso regalo, en parte, gracias a la Escuela de Música tenemos excelentes intérpretes de la guitarra y es que la música alegra la ciudad, divierte, da paz.
Alberto Cortez escribió en 1963 el poema, ”Musicalísima”, es un buen tiempo para recordarla: Súbeme música, adquiéreme, completo y desnudo a tu seno. Confíscame la juventud desierta, juventud alterada por tus últimos viciosos hijos secos. Abárcame hasta el hipo si fuera necesario, pero déjame en tu camino... quiero andar tu sendero. Quiero cantarle al alma, quiero beber tu eco. Tu violación a diario me lastima, me sube hasta el instinto, me compra la sonrisa tremendamente muerta. ¿Será posible muchacha que no cierres los puños y te vuelvas violenta contra esta burla ajena? Aunque me duela la vida, aunque me quede sin agua, aunque no sepa y te mienta, respetaré tu savia. Cuando el trigo se vuelva negro como la farsa y haya una voz que revuelva el corazón y las ganas y esa voz se haga milagro que cultive una esperanza, dejaré que tus latidos se extiendan sobre mi alma... En una de sus presentaciones en Saltillo, compré dos de sus libros en donde publicó sus poemas y canciones, él partió en 2019 pero dejó un enorme legado musical que aún sigue escuchándose.
Rosario Castellanos, dramaturga y poeta, pasó una parte de su vida en Chiapas, su obra se orientó en el feminismo, reflejando en sus poesías y ensayos la condición femenina de muchas mujeres, es por ello que su vida fue como espejo de las mujeres de su tiempo mediante la expresión de la dualidad aceptación-resistencia de lo regido por la figura ideal y del universo de lo inmediato. Edificó un universo a partir de algunas formas de dominación social. En 26 años, de 1948 a 1974, Rosario Castellanos dedicó su vida a crear una obra que la expresara de cuerpo entero y que al describirla fuese una especie de registro del mundo en el que le tocó vivir; lo femenino que fue su obra es lo fundamental, así se refleja en sus principales novelas, Balún Canán (1957) y Oficio de tinieblas (1962) las que me permitieron conocerla y admirarla. Siendo ella embajadora en Israel, accidentalmente murió electrocutada, situación que conmocionó a este país. Una de sus hermosas poesías, Presencia: Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba. Hay ceguera y el hambre los alumbra y la necesidad más dura que metales...
Un salto cuántico
Pasemos ahora a la situación que vive Coahuila en cuanto al COVID que sigue activo y la mayoría de los citadinos han desechado el cubrebocas, aun en las reuniones masivas y las autoridades ya no insisten en recomendar que su uso continúe, pese a que la quinta ola ataca sin tregua a Coahuila, mínimo mil casos diarios y los decesos, aunque disminuyeron no se detienen, si bien, gracias a la vacunación los efectos de la pandemia disminuyen y es muy probable que esta semana Coahuila termine con más de 7 mil casos de afectados por el virus.