¿Estamos o no a favor de la competencia?
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El tema sale a colación, porque no debemos de extrañarnos que en las próximas semanas o incluso meses, se encuentren en el centro del debate y de la opinión pública las atribuciones de la Cofece en materia de competencia económica.
Sabemos que el actual gobierno, no cree mucho en la competencia económica. Ante cualquier presunción de alguna práctica monopólica o de alguna supuesta acción abusiva hacia los consumidores, se opta por la vía fácil: o algún control de precios o la creación de alguna empresa del bienestar.
En más de una ocasión se han referido en un tono despectivo hacia el órgano garante de esta, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), aún y cuando no dan señal alguna de que conocen la existencia de una Ley Federal de Competencia Económica que regula y sanciona las prácticas monopólicas. Al fin y al cabo, seguro todo este andamiaje institucional ha de ser producto de las ideas neoliberales.
El tema sale a colación, porque no debemos de extrañarnos que en las próximas semanas o incluso meses, se encuentren en el centro del debate y de la opinión pública las atribuciones de la Cofece en materia de competencia económica, en donde sus opiniones o resoluciones serán de vital importancia ante los temas que estamos presenciando en estos días.
Por un lado, el tema de la venta de Banamex, por parte de Citigroup, no será tan sencillo, como simplemente levantar la mano y poner la oferta sobre la mesa, como días atrás lo hizo Ricardo Salinas Pliego. Tampoco es tema de extender una cordial invitación a los principales empresarios del país –si son mexicanos que mejor dirían algunos– como fue el caso del guiño del Presidente hacia algunos personajes de la iniciativa privada.
Cualquier fusión o adquisición de empresas deberá estar avalado por la Cofece, a fin de evitar la concentración del mercado en menos jugadores, limitando así la competencia en el sector. Adicional a ello, faltaría sortear los embrollos regulatorios que establezca la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Por otra parte, en el tema de la inflación se sabe que seguirá estando presente en buena parte del presente año y aunque ya se ha hablado mucho sobre sus causas y que en buena medida es un fenómeno mundial, su persistencia en el tiempo tarde o temprano ocasionará que desde el gobierno se empiece a buscar chivos expiatorios en este tema.
Y esta película –que ya la hemos visto en otros tiempos en nuestro país y más recientemente en otras latitudes autoritarias del mundo–, ya nos la sabemos, o por lo menos quienes serán esos villanos a quien culpar: los empresarios y su avaricia.
La Cofece deberá estar muy atenta a estos posibles escenarios y fijar de manera clara y valiente su postura en estos dos temas, de la misma forma como en los últimos años lo ha hecho; siempre con sólidos argumentos técnicos para actuar en favor de la competencia, a través de las herramientas que la ley le provee. No esperamos menos de ellos.
Economista y Catedrático de la
Universidad La Salle Saltillo
@guillermo_garza