Hacia la selección para la elección

Las tendencias para la contienda electoral estatal que habrá de celebrarse a mitad del próximo año 2023, comienzan a hacerse notar mediante encuestas que han aparecido y cuyos nombres de las encuestadoras, algunas marca patito, ponen a pensar, pues insisten en que el premio recaerá en sujetos ajenos a ideologías que aceptaron con anterioridad, pero más apegadas a intereses personales y de grupo, apartando la visión que deberá tener el candidato triunfador como auténtico líder que piense a largo plazo, con virtudes que le dan una solvencia moral y como aglutinador de ideales que conduzcan al estado por caminos de adelanto, obteniendo estándares de calidad para seguir siendo una entidad competitiva.

Esta mercadotecnia política rehúye de la democracia que ya no les sirve, pues ha echado mano de mercaderes en esta materia, que valiéndose de cualquier artimaña lanzan encuestas, anuncios en todos los medios, y utilizan las redes sociales para detonar el voto por un candidato, advirtiendo que son avalados por sus partidos políticos haciendo punta, y cuya silla gubernamental lo espera el Palacio de Gobierno y que por lo tanto es apto para resolver cualquier problemática existente, y que desde ahora mismo hacen política previniendo la parte que está entre el voto y la ley, claro si no les favorece.

El ejercicio encuestador ha ido publicando los nombres de algunos jugadores a la contienda del siguiente año, en el que realmente se ven figuras deterioradas, que sin el menor atisbo de vergüenza hacen proselitismo con el objeto de ganar la bandera de su partido para contender en el 2023, y cuya aspiración la consideran legítima a pesar de ir de salto en salto, sin tomar en cuenta ideologías.

Cada vez más, y conforme se extingue el tiempo del sexenio riquelmista, la velocidad hacia la meta le va restando influencia, pues cada día adquiere mayor rapidez y tiende a llevar su periodo faltante con una inercia que sugiere apariencias de terminación, entre tanto la atención la dirige en la fabricación de la estructura partidista que servirá para emprender la lucha electoral que se avecina, y en la que entregará el poder a quien lo sucederá, y que al que sabe leer lo que no está escrito, desde el año anterior lo placeó dentro y fuera del estado, presentándolo como un líder de avanzada, siempre para adelante, y en quien siempre vio futuro por sus aciertos.

Las encuestas nos permiten evaluar, en este caso, los resultados de las preferencias de los electores acerca de los contendientes en la carrera por la gubernatura, nada más que debemos tomar en cuenta que algunos cuestionarios contienen preguntas tendenciosas, ya que las elaboran con la intención de que el encuestado responda de manera que conduzca su intención hacia determinado candidato.

Traducido en días, la señal tardará en darse en las postrimerías de este año o máximo dentro del primer mes del siguiente, para que sea dado a conocer quién contenderá por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, aunque el que escoge, es decir, el Gobernador, que con astucia política lo adelantó y para el que lo entienda, ha sido muy claro en sus preferencias.

Ya por estos tiempos se han conocido los nombres de los que flotan en el aire por parte de los diferentes partidos cuya pretensión es buscar su nominación, y que en algunos casos, solo basta conocer algunos antecedentes políticos, administrativos y de trabajo fecundo con beneficios ciudadanos para que sean aceptados o no por el electorado, que es el que decide.

Esperemos que el partido en el gobierno sepa tener la inteligencia y equilibrar los eventos que conducirán a posicionar al candidato cuya preferencia es muy clara por parte del que decide, y evadir los conflictos al interior, en donde existen indicios de reyertas, que de darse, podrían dividir a los priistas y contribuir, ahora sí, a su desaparición en Coahuila, partido ya de por sí sumamente disminuido.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com @aguirreperalesf