¿La pandemia ha quedado atrás ya?

Luego del repunte en el número de contagios registrado a principios de este año, tras el surgimiento de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, la pandemia parece haber cedido, y de un máximo de casi 18 mil 500 casos activos en la entidad hemos llegado a menos de 30.

La caída constante de dicho indicador, que se registra desde mediados de febrero, ha llevado a las autoridades locales a reconsiderar las medidas que habíamos mantenido hasta ahora, tales como el uso de mascarillas en lugares cerrados, la obligatoriedad en la toma de la temperatura y los aforos reducidos en escuelas y lugares de acceso público.

¿Significa eso que la pandemia se ha terminado ya? Desafortunadamente la respuesta es no. Porque en el mundo aún existen, de acuerdo con cifras al día de ayer, más de 39 millones de casos activos y nuestro País ocupa el lugar número 12, a nivel global, en el número de estos.

Además, ayer ocupábamos el segundo lugar mundial en el número de personas cuya salud se encuentra en situación crítica a causa del COVID-19, tan sólo por debajo de Brasil.

Y aunque el número de personas que pierden la vida diariamente debido a la enfermedad provocada por el coronavirus es, por fortuna, cada vez menor, aún resulta prudente mantener algunas medidas de seguridad esenciales como el uso de gel antibacterial, distancia social y ventilación apropiada en los lugares de reunión.

El virus que cambió nuestras vidas hace poco más de dos años, lo han dicho las autoridades sanitarias con toda claridad, no se ha ido ni se irá. Y, de la misma forma en que no se ha ido ningún otro patógeno que haya surgido con anterioridad y provoque enfermedades respiratorias, este vivirá largamente entre nosotros.

Por fortuna, todo hace indicar que las restricciones más importantes que nos impuso la pandemia pueden ser dejadas atrás por completo, aunque en Coahuila se ha recomendado que se actúe de forma gradual en este sentido, a fin de minimizar el riesgo de nuestros rebrotes.

Las escuelas públicas podrán entonces regresar a clases 100 por ciento presenciales y en los centros de trabajo podrán permitirse que el personal realice sus labores sin usar mascarillas.

Si la estadística de casos
activos se sostiene durante las siguientes semanas en los niveles que hoy se encuentra, sin duda podremos decir que las actividades cotidianas podrán volver a la “normalidad” que conocimos hasta marzo del año 2020.
Aunque, como bien sabemos, hay cosas que cambiaron para siempre y, en no pocos casos,
para bien.

Por lo demás, dejar atrás la pandemia implica hacernos cargo de las secuelas que nos ha dejado y en las cuales debemos trabajar. Sobre todo, debemos hacer un esfuerzo mayúsculo para recuperar lo que perdimos en materia de educación, empleo y bienestar económico, además de disponernos a curar las heridas emocionales que nos provocó este episodio.