La pre pre campañas

Los aspirantes y los partidos andan desbocados para las elecciones a gobernador de 2023 en Coahuila y Estado de México, el proceso electoral apenas comenzará en diciembre de este año, pero ya las avenidas de ambas entidades están inundadas de espectaculares con las caras de quienes aspiran a una candidatura, también se organizan mítines que hacen pasar por sesiones informativas y se publican encuestas a modo que ponen a diferentes aspirantes como punteros.

Pero como formalmente no empiezan los procesos electorales, todavía no se puede hablar siquiera de pre campañas, así que no existe un nombre formal para definir este proceso de promoción adelantada, al cual podríamos denominar para efectos prácticos, pre pre campañas, aunque sin duda el nombre podría objetarse, lo cierto es que tenemos frente a nosotros un fenómeno que debe ser analizado.

Lo primero que se debe señalar es que a pesar de que haya aspectos que se pueden regular en mayor medida, lo cierto es que sí tenemos reglas que impiden la promoción de funcionarios públicos y autoridades electas, disposiciones que por cierto no están siendo respetadas y las personas responsables no han sido sancionadas.

Segundo, el gasto que se está teniendo por las y los aspirantes hasta el momento no está siendo fiscalizado, porque la renta de espectaculares implica miles o millones de pesos, la igual compra de entrevistas en medios impresos y digitales, el pago por publicidad en redes sociales, la organización de mítines e incluso el uso de programas sociales debe ser revisado por las autoridades.

Tercero, los partidos lejos de imponer límites, pareciera que promueven que sus aspirantes violen sistemáticamente las reglas electorales y quizá el caso más evidente es Morena, donde hasta el Presidente de la República ha incentivado el que los aspirantes realicen mítines o como ellos los llaman sesiones informativas.

Cuarto, esta actitud de gasto y de actividades abiertas puede llegar a propiciar enfrentamientos y rupturas en los partidos, porque en algunos casos se vive un ambiente de polarización y de competencia entre militantes del mismo partido, que al llegar la designación y no verse favorecidos, podrían optar por migrar a otras fuerzas políticas o no participar en las actividades de campaña.

Quinto, se requiere por parte de las autoridades electorales una actitud más proactiva para garantizar un piso parejo para todas las personas que aspiran a las candidaturas, porque no todos están realizando actos indebidos, por lo que mientras algunos tratan de sacar ventaja con trampas, hay quienes se mantienen en la legalidad y los árbitros deben hacer respetar las normas vigentes.

Lo peor es que como falta tanto tiempo para las definiciones y tenemos procesos que ya están subiendo de intensidad, lo más probable es que vayamos a experimentar elecciones cargadas de polarización y ataques, por lo que corresponde a las autoridades electorales ir marcándoles límites a las y los contendientes.

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@victorsanval