Los años de los caños
Más que una radiografía del México actual, procede una autopsia. Bueno, para no sonar tan fatalista, casi...
Les platico: Nos toca vivir la peor dictadura que pudiera existir, la más perniciosa, la que más daño hace.
Incluso se queda corta la “perfecta” que en 1990 Vargas Llosa le endilgó al México del PRI.
Me refiero a la dictadura de la conformidad.
Y esa, más que de un partido en el poder, la empodera el ciudadano, el de a pie, el motorizado, el de todos los segmentos socio económicos; el de los partidos, el apartidista, el trabajador, el patrón; el de las mujeres, de los hombres y de los adolescentes en edad de votar.
La dictadura de la conformidad es la que mantuvo a más de 60 millones de mexicanos en la comodidad -o incomodidad- de sus casas el domingo 2 de julio del 2018.
Es la misma que los mantuvo lejos de las casillas en las del pasado 5 de junio cuando las elecciones de los seis Estados, cuatro de los cuales fueron engullidos por Morena.
Es la de los empresarios actuales que han decidido dogmáticamente mantenerse al margen de la política, porque no pueden comprometer los intereses de sus consejos de administración. ¡Cabrones!
Ausentes, silentes, se mantienen millones de mexicanos que se quejan en la ignominia de chats vuelto viles chales, pero incapaces de meterle pecho a las balas de los males económicos, de salud, educación y seguridad que nos recetan los que mal gobiernan.
Opinar ha sido siempre valentía y más lo es hoy en día, en medio de las hordas que se sienten protegidas para fustigar, gracias al arrope que les confiere el púlpito de la mañanera.
Y en medio de todo esto...
RIÑAS EN LAS CAÑERÍAS
1.- Ricardo Anaya en medio de las peleas intestinas del PAN, dándole duro a sus videos desde la seguridad de su casa en Atlanta. Los de la “santísima trinidad” que volvieron migajas al panismo en Nuevo León ante la complacencia de los santones de ese partido. Por un lado, los “santificados”: Víctor Pérez, Chefo Salgado y Raúl Gracia y por el otro los agachados de la vieja guardia: Fernando Canales Clariond, Coco Coindreau, Kana y Mauricio Fernández, Humberto Treviño Landois, el primer papá de San Pedro Garza García y otros de su rodada, como el intermedio Fernando Larrazábal.
2.- Los priyistas que envuelven a Alito Moreno en su aferrado con los dientes liderazgo, arropado por el fuero. Por otro lado en su partido: los Beltrones, Osorio Chones; los del Grupo Atlacomulco. Y por un tercer flanco los que todavía lo apoyan: como Cristina Díaz, César Garza, Ismael Flores, Carlos Barona; los de la desbandada hacia Morena, como Héctor Gutiérrez y otros que siguen siendo del mismo bando: Felipe Enríquez, Pedro Pablo Treviño y los que quedan.
3.- Los del PT y sus rémoras alimentadas por Alberto Anaya y su esposa Guadalupe Rodríguez, que mantienen el registro gracias a su vil entreguismo hacia los designios de Morena y que -al menos en Monterrey- alientan el robo del agua en miles de familias del predio “Tierra y Libertad”, que tampoco pagan el drenaje y para colmo, se cuelgan con “diablitos” de la luz, para tampoco pagarla.
4.- Los del podrido Verde Ecologista Mexicano, que más que partido bisagra es botarga mercenaria al servicio del que más les paga en cuanta elección se le pone en frente.
5.- Los del sol en extinción que antes era el PRD y hoy arrastra deshilachado sus raídas garras.
ES EL TIEMPO DE OTRAS CARAS...Y TAMBIÉN DE OTRAS EDADES
· La edad no importa si hay capacidad, vigor, mecenazgo, filantropía y valentía.
· La edad no importa si se tienen los tamaños y recursos para enfrentar al poder de un alcalde como Miguel Treviño de Hoyos, que expropia propiedades; que llena de edificios las faldas de los cerros; que construye con dinero del erario ciclovías por donde solo ruedan sus amigos y paleros; que entrega a sus preferidos los parques que son más bien de los vecinos; que construye plantas tratadoras a cielo abierto cuando las prometió cerradas; que pone sellos de clausura y amenazas en las casas de los que osan desafiarlo.
· En serio, la edad no importa si en las filas de las corcholatas jóvenes y de edad madura, prevalece la inmadura comodidad a la que me referí párrafos arriba.
· La edad no importa si a los que suenan les gusta el sabor de las suelas.
· La edad no importa si sobre el ego, impera el apego a las buenas causas que alentaron vidas productivas.
· A los que por tener menos años cumplidos y por ende se sienten seguros, les digo: cójanse de la brocha, porque les pueden quitar la escalera.
· A esos les digo: más que enlaces, son desenlaces.
· A esos les digo: antes de intentarlo, amueblen sus cerebros.
· A esos les digo: poco van a lograr sacando a pasear sus semestres de leyes o psicología.
· Sus minucias ideológicas, son más bien fisiológicas.
· A sus decisiones les estorban sus emociones.
· Cedan el paso a los capitanes formados en tormentas.
· Los engaños y mentiras con que buscan colocarse en busca de una alcaldía, de una senaduría, de una gubernatura y hasta de una presidencia, tienen patas cortas.
· Grábense esto los unos y los otros: la edad no importa.
CAJÓN DE SASTRE
“Sea”, remata la irreverente de mi Gaby.