Los caminos de Jericó (4)
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Continúan las minas
explosivas en el camino morenista de Jericó.
Segunda mina explosiva: Más allá de las obvias limitantes de Mejía Berdeja, este cuenta –según comentan en la CDMX– con la bendición de AMLO. Más aún, tiene también el apoyo económico y electoral de su exjefe y amigo personal: El actual gobernador de Sonora, Alfonso Durazo.
Tercera mina explosiva: ¿Cree Jericó que esos morenistas olvidarán –de manera galante– la cercana relación que tuvo con Humberto Moreira –en el pasado– o de su participación –más reciente– en el gobierno de Rubén Moreira? ¿Abrazar el discurso de la megadeuda, no terminará por salpicarle al mismo Jericó aunque como candidato de Morena esté obligado a asumirlo?
Camino 3: Jericó sembró semillas en caminos (PRI), pedregales y espinos (Morena) y nunca brotaron. Pero, parte de esas semillas cayó en tierra buena (Movimiento Ciudadano) y “dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga”.
¿Cuáles son las expectativas de Jericó para este camino?
“Yo, Jericó, me convertiré en el candidato antiPRI, antiPAN y antiMorena. Poncho Danao (¿quién es él?) y Mejía Berdeja no son pieza. Cumplo con el criterio del recambio generacional que pide a gritos la historia política de Coahuila bajo la bandera de la rendición de cuentas por la megadeuda”.
“Cómo ya lo precisé antes: Tengo de sobra para ser el candidato de Movimiento Ciudadano y profundizar la tradición que hoy siembran Samuel García y Luis Donaldo Colosio Riojas en Nuevo León”.
“En Coahuila, Movimiento Ciudadano es inexistente. Al contrario de Mejía Berdeja, tengo las capacidades para construir un partido triunfador en las elecciones de 2023 y facilitar el renacer de Coahuila alejado del PRI, PAN y Morena”.
Realidades de Jericó:
Construir, en menos de un año, un partido inexistente en Coahuila, y hacerlo competitivo para buscar la gubernatura es, por lo menos, imposible. Por lo cual, es irrelevante imaginar ser la continuidad de García y Colosio o desplegar la bandera de la megadeuda como recurso político.
De nuevo, Mejía Berdeja se cruza en el camino de Jericó. Porque unificaría Movimiento Ciudadano y Morena para buscar la gubernatura. Y desde ahí –al contrario de Jericó– amansaría las tribus morenistas; impulsaría el discurso contra el PRI, el PAN y el PRD en Coahuila; levantaría la bandera discursiva contra la megadeuda y sumaría el apoyo, económico y político para su candidatura, del gobernador Durazo de Sonora; del gobernador García de Nuevo León y del presidente municipal de Monterrey, Colosio. Sin contar, las eventuales adhesiones de los gobernadores morenistas de Tamaulipas y Durango.
Jericó tiene tres caminos por elegir, entre ellos existe un común denominador: optar, no por el mejor, sino por el que menos daño cause a su carrera política. Claro, si pretende continuarla con una baja intensidad y un futuro muy reducido.