Más agua para el futuro...
o dejar de crecer
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La empresa mixta Aguas de Saltillo ha lanzado una licitación para contratar la perforación de seis nuevos pozos que permitan incrementar las reservas probadas de agua potable para Saltillo. ¿Por qué? Porque la mancha urbana de nuestra ciudad sigue creciendo a un ritmo que demanda la instalación de unas cinco mil nuevas tomas anuales.
Debido a este crecimiento en la demanda –de un promedio anual de 2 por ciento–, aunque en las últimas dos décadas se habría incrementado prácticamente al doble la eficiencia de la red –que actualmente es del 79 por ciento– eso será insuficiente en el futuro próximo pues mejorar la eficiencia por encima del 80 por ciento es muy difícil.
Jordi Bosch, gerente de Agsal, ha dicho al respecto que las nuevas perforaciones tienen el propósito de prever la demanda de los próximos años y no necesariamente se utilizaría de inmediato el agua que se detecte en los pozos en desarrollo.
“En 20 años lo que hemos hecho es compensar el crecimiento con las eficiencias, porque el crecimiento ha sido al doble, es decir, se ha duplicado la población de la ciudad, no obstante la extracción de agua sólo se ha elevado un 20 por ciento, con lo cual hemos podido vivir con eficiencias y estamos creciendo. La ciudad no se frena y nosotros no vamos a ser un elemento de freno, nunca”, señaló el ejecutivo.
Tal planteamiento es, en principio, correcto, pues corresponde a una buena práctica administrativa. Sin embargo, dadas las condiciones materiales de Saltillo, también deberían considerarse otras posibilidades. Entre ellas, la de contener el crecimiento de la mancha urbana.
Y es que, dada la dependencia de fuentes subterráneas de agua para surtir las necesidades de la capital coahuilense, tarde o temprano deberá establecerse un límite al crecimiento de la ciudad, pues en algún momento resultará imposible cumplir con la demanda que implica una mayor población.
En este sentido conviene recordar que no solamente se trata de considerar la incorporación de 15 mil personas anuales a la población de Saltillo, personas que requieren alrededor de 200 litros diarios cada una para sus necesidades básicas, sino que el crecimiento poblacional implica también el aumento en la demanda de líquido para más servicios, comercios e industrias.
Está bien que la empresa responsable de administrar el sistema de agua potable actúe de forma proactiva y asuma la necesidad de no convertirse en un freno para el crecimiento de la ciudad, porque no es a esa entidad a la cual le corresponde dictar las políticas en este sentido.
Pero quienes sí tienen dicho encargo deben establecer con toda claridad dónde se ubica el límite de crecimiento de la zona urbana y considerar en ello, como un factor clave, la disponibilidad de agua potable.
Y eso es algo que debe hacerse ahora, cuando el abastecimiento no es un problema, pues cuando el fenómeno haga crisis los costos que todos deberemos pagar serán demasiado altos.