MIRADOR 13/01/2022
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Esta flor no tiene nombre.
Tan bella es que ningún nombre le vino bien, y los rechazó todos.
La rosa se conformó con llamarse rosa, y lo mismo el clavel, la siempreviva, la violeta, el narciso y la gardenia.
Todas las flores están contentas con su nombre.
No así ésta.
La historia dice que le propusieron cerca de mil nombres, y ninguno le gustó.
A cada uno que le proponían contestaba:
-Soy demasiado hermosa para llamarme así.
Se quedó sin nombre, entonces.
Cuando los especialistas se refieren a ella dicen sólo:
-La flor.
Y todos saben a qué flor se refieren.
Tampoco a mí me pregunten a mí cómo se llama.
Ya dije que no tiene nombre.
Es la flor.
¡Hasta mañana!...