POLITICÓN: LOS ALIADOS
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LOS ALIADOS
En las últimas encuestas difundidas, los aliados: PRI, PAN y PRD, llevan la delantera en en la ruta 2023 de Coahuila, pero todavía -habría que anotar este dato- estamos a cinco meses de que comience el proceso electoral. Sin embargo, de los aspirantes azules, -Memo Anaya, Marcelo Torres y Mario Dávila- se van quedando rezagados en la competencia interna. Manolo Jiménez va adelante en las preferencias, -y va tomando fuerza Román Cepeda- pero no únicamente con los aliados, sino en todo el entorno de votación considerado en los sondeos. De lo que poco se ha hablado, al menos en voces oficiales, es cómo van los acuerdos para llegar fortalecidos al arranque, en el banderazo de salida, y después cuando se tome la decisión sobre el abanderado final. Por lo que se ve, a nivel nacional están convencidos plenamente de sostener la alianza que ganó en Durango y Aguascalientes. A nivel local la pausa es entendible, porque no hay que adelantar vísperas, y tampoco provocar alguna reacción adversa, mucho menos perder estabilidad en esta competencia, que si bien oficialmente todavía no comienza, la verdad es que se vive un escenario atípico, poniendo a todos a trabajar desde enero pasado.
LOS MORENOS
Sumergidos en su proceso interno que viene: la decisión sobre el Coordinador del Comité de Defensa de la 4T, andan los morenos de la entidad. La relevancia de alcanzar la coordinación es que eventualmente, quien ocupe este puesto se convertirá en el candidato a Gobernador. No por nada Armando Guadiana Tijerina, repite hasta el cansancio que va adelante en las encuestas, porque este es el principal método de decisión para ambos puestos. Incluso, el Senador del Stetson, acaba de hacer un llamado a la unidad con una frase coloquial: “¡serenos morenos!”, y es que dijo también, hasta mi me han tocado los “cocolazos”, nomás le faltó precisar: del fuego amigo. Por su parte Ricardo Mejía Berdeja y Luis Fernando Salazar empezaron a sentir el rigor del Instituto Nacional Electoral (INE), de Lorenzo Córdova, que los paró en seco respecto al pago de publicidad en redes sociales. Por eso no le extrañe que las transmisiones en vivo y los “bots” amigos de Mejía y de Salazar empiecen a florecer durante los próximos días, buscando emparejar tablas en el escenario electoral futuro.
EL RESTO
¿Qué irá a pasar con el Partido Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano y la Unidad Democrática de Coahuila? Por lo que se ve, estos partidos todavía no deciden si van con melón o con sandía, o mejor sólos que mal acompañados. La UDC, de Lenin Pérez, tiene una fortaleza con la cual bien podría jugársela sin alianza. Incluso, y esto para nadie es un secreto, Lenin, aparece como el favorito para encabezar la candidatura, porque a Emilio de Hoyos, las preferencias electorales todavía no le alcanzan como para una misión de este tipo. Movimiento Ciudadano de Poncho Danao de la Peña también explora la posibilidad de un candidato propio, que si bien sabrían que no alcanzarían el triunfo en la gubernatura, lograr más votos los posicionaría en mejor lugar dentro de las fuerzas políticas locales. Del Verde, de Pepe Cuco Sandoval, el pronóstico es reservado. La dirigencia nacional del PVEM planea aliarse con Morena y el PT, pero aquí en Coahuila empiezan los asegunes. La única certeza que existe sobre el Verde es que va en franco retroceso, y si no maniobran de inmediato, pueden irse a pique.
LOS ÁRBITROS
Las decisiones del árbitro, el INE, de Lorenzo Córdova, y desde luego el Consejo en conjunto, en los últimos días le pusieron sabor y nerviosismo a los actores políticos y los partidos. Por un lado, el acuerdo para garantizar la paridad de género, con competitividad, obligatorio para los partidos, y por otro, el llamado de atención hacia los morenos por el pasado mitin de las “corcholatas” en el municipio de Madero. En el caso del acuerdo, los partidos andan ahora no sólo ocupados, sino preocupados, para poder cumplir con el mandato del Tribunal Electoral Federal (TEPJF), en materia de paridad y competitividad. No es fácil que un partido reforme sus estatutos -hablamos de acuerdos, logística y tiempo-, y mucho menos dedicados para una sola elección: la del 2023, porque el escenario puede cambiar en el 2024. La orden de no hacer difusión de eventos partidistas -aunque se lo dijo a Morena para que lo oyeran todos los demás- puso a partidos y aspirantes con las antenas bien arriba, ahora impera la cautela, porque un error puede dejar sanciones, o lo peor, en la orilla de la competencia rumbo al 2023.