¿Qué mata a las mujeres
en México? (2)
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Las capas explicatorias de la entrega previa, sobre el porqué las mujeres mexicanas son asesinadas –9 de ellas cada día (ONU Mujeres)– y desaparecidas –entre 9 y 12 cada día (Informe del Comité contra la Desaparición Forzada: ONU 2022)– tocaba dos dimensiones relacionadas entre sí: la estructural y la histórico institucional.
En esta entrega abordo la dimensión institucional, como resultante de las dos anteriores. ¿Qué capacidad tienen las instituciones de un Estado frágil –remendado y achicado por exigencia del modelo neoliberal– y coludido en ciertas regiones del país con el narcotráfico y el crimen organizado para preservar la integridad de la mujer? ¿Qué capacidad tienen las instituciones impartidoras de justicia de dicho Estado para no permearse de la naturaleza heteropatriarcal que lo define?
En otras palabras, ¿cuál es la capacidad de esas instituciones para mirar e impartir justicia con perspectiva de género a la mujer asesinada o desaparecida?
Estas preguntas caen, una a una, en un entorno brutal de impunidad y revictimización: sólo cuatro de cada 100 desapariciones –promedio– son judicializadas. Sólo cuatro casos –promedio– de cada 100 resultan en sentencias.
En México asesinan cada día en promedio a 10.5 mujeres. Cuatro de esos asesinatos quedan impunes (Impunidad Cero: 2020).
¿Cómo reducir la impunidad en ambos casos? Para las desapariciones, el Informe del Comité contra la Desaparición Forzada (ONU 2022) plantea las siguientes medidas:
1.- Diseñar e implementar una Política Nacional de Prevención y erradicación de las desapariciones forzadas a partir de los siguientes criterios: Fortalecer las instituciones y los procesos de búsqueda e investigación. Garantizar la coordinación sistemática y efectiva de las instituciones. Facilitar los procesos de búsqueda, investigación, reparación y memoria relacionados con los casos de larga data. Atender la crisis forense. Facilitar el acceso a la búsqueda, verdad, justicia y reparación con enfoque diferencial. Reconocer el papel de las víctimas y atender debidamente sus necesidades de atención y protección.
2.- Reconocer y tomar en consideración los criterios de responsabilidad de los servidores públicos y erradicar las causas estructurales de la impunidad.
3.- Abandonar el enfoque de militarización de la seguridad pública.
4.- Visibilizar, informar y sensibilizar sobre las desapariciones en México.
5.- Implementar debidamente el marco normativo, jurisprudencial e institucional en todo el país.
De igual manera, para disminuir hasta erradicar los asesinatos contra las mujeres es crucial la voluntad del Estado representada en este momento por AMLO, quien ha mostrado una preocupante insensibilidad ante ambos casos.
Para los asesinatos contra la mujer, la ONU Mujeres propone las siguientes medidas:
1.- Ratificar los tratados internacionales y regionales en derechos humanos que protegen los derechos de las mujeres y de las niñas, y garantizar que las leyes y los servicios nacionales los observen.
2.- Adoptar y cumplir las leyes para poner fin a la impunidad y otorgar reparaciones y soluciones a las mujeres por las violaciones de que fueron víctimas.
3.- Crear planes nacionales y locales de acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
4.- Hacer que la justicia sea accesible para las mujeres y las niñas.
5.- Poner fin a la impunidad frente a la violencia sexual en los conflictos juzgando a los culpables.
6.- Invertir en la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres.
La lógica estructural de la etapa actual del capitalismo, la herencia histórico institucional y la fragilidad del Estado mexicano que facilitan la violencia contra las mujeres, cultivan la impunidad y apuntalan la revictimización, pero pueden ser reversibles hasta cierto punto.
No echemos en saco roto las recomendaciones del Informe del Comité contra la Desaparición Forzada (ONU 2022) y las propuestas de ONU Mujeres.
Son nuestra isla de resistencia y resiliencia como país, pletórico de dolor e incertidumbre por las mujeres con rostro de madre, hija, sobrina, esposa y amiga.