Se puede decir...Que AMLO habla de su “adiós”

Pero no se puede decir...Que mencionar su despedida es “triste”. A dos años de entregar la estafeta presidencial al que resulte su suertudo sucesor, sigue hablando de que se dedicará a todo, menos a la política, lo que ni él mismo se lo cree, ya que procurará que su plan de gobierno continúe, puesto que fue elaborado para más de seis años, y eso quiérase o no, lo arrastrará a estar dentro de la política, y de lejos o de cerquita, será el guía del nuevo ungido, sobre todo si sale del partido de sus “amores”: Morena.