Polonia cierra era conservadora Kaczynski y abre la puerta a los liberales
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<span></span><span style="font-weight: bold;">Varsovia.- </span>Los polacos pusieron fin espectacularmente a dos años en el poder de los gemelos conservadores Kaczynski, marcados por divisiones internas y desacuerdos con la Unión Europea, al votar masivamente por la oposición, según confirman los resultados de las elecciones del domingo.
La liberal Plataforma Cívica (PO) se aseguró el lunes 209 escaños en el parlamento polaco al haber logrado un 41,39% de votos en las legislativas del domingo, según el recuento de votos al 99% dado a conocer por la Comisión Electoral polaca.
El PO de Donald Tusk tiene ya garantizados 209 escaños en la Dieta (cámara baja) que cuenta con un total de 460.
El partido conservador saliente, Derecho y Justicia (PiS), del primer ministro Jaroslaw Kaczynski, fue la segunda formación, con el 32,16% de los votos y 166 escaños en la Dieta.
Sólo otros dos partidos, la alianza de centro-izquierda LiD y el partido campesino PSL, superaron la barrera del 5% de los votos requeridos para tener representación en la Dieta. Estas formaciones obtuvieron respectivamente 13,2% y 8,9% de los sufragios votos, es decir, 53 y 31 escaños.
A pesar de su estrepitosa derrota, uno de los gemelos Kaczynski seguirá en el poder: Lech Kaczynski es presidente de la República y su mandato sigue en vigor hasta finales de 2010. Sin embargo, perderá mucha influencia sin su hermano, ya que en Polonia es el gobierno el que conduce el Poder Ejecutivo.
Donald Tusk, de 50 años, es el candidato natural al cargo de primer ministro, subrayan sus colaboradores.
Para tener una mayoría parlamentaria deberá sin embargo aliarse con el PSL, que ya es su socio en las regiones.
Tusk ya ha mencionado abiertamente esa eventualidad y el líder del partido campesino, Waldemar Pawlak, se declaró igualmente "abierto a la cooperación".
En cuanto se publicaron las primeras proyecciones de resultados, Tusk pidió a los polacos reconciliación, tras las divisiones que conoció el país tras la llegada al poder de los hermanos Kaczynski hace dos años, con provocaciones policiales de los servicios anticorrupción y la caza de ex agentes comunistas.
Los liberales también obtuvieron el domingo 60 de los 100 escaños del Senado, frente a los 39 de los conservadores y el escaño del ex primer ministro socialdemócrata Wlodziemierz Cimoszewicz.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, saludó este mismo lunes "el espíritu europeo del pueblo polaco" tras la victoria del partido pro europeo de Tusk, indicó un portavoz en Bruselas.
La presidencia portuguesa también saludó "la democracia" polaca y manifestó su esperanza de mantener "una buena cooperación" con el nuevo gobierno.
Esas reacciones oficiales apenas esconden el alivio que han sentido numerosos dirigentes europeos, tras los repetidos conflictos con los hermanos Kaczynski, ya sea para negociar una nueva constitución europea, para instaurar un día europeo contra la pena de muerte o la negociación de la pesca del bacalao.
Para confirmar esa nueva sintonía con Europa, uno de los vicepresidentes del PO, Jacek Saryusz-Wolski, anunció a la AFP que el próximo gobierno liberal adoptará la Carta de Derechos Fundamentales, incluida implícitamente en el nuevotratado europeo y rechazada por los Kaczynski.
El probable futuro primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, se comprometió durante su campaña a retirar las tropas polacas de Irak, unos 900 militares. Su partido se muestra además reticente a la fuerza de 1.200 soldados polacos desplegados en Afganistán.
Los liberales también adelantaron que negociarán con mayor dureza con los estadounidenses sobre su proyecto de instalar en Polonia parte de su escudo antimisiles.
El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, reaccionó desde Kiev declarando: "Esperamos que nuestra cooperación en Irak y en Afganistán (...) y las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre el escudo antimisiles, continúen como antes".
Por su parte, Rusia saludó también la victoria de los liberales en Polonia y se mostró confiada en que ello ponga fin a la "diabolización" de Moscú por parte de Moscú y desbloquee las negociaciones para un acuerdo entre la UE y Rusia.