Portugal está en el Mundial
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Hasta los 20 minutos, Portugal, demasiado cuidadoso y respetando excesivamente al rival, prácticamente no pasó del mediocampo con balón dominado, pero los bosnios no consiguieron crear peligro real ante la valla lusa defendida por Eduardo.
Zenica, Bosnia.- La selección de Portugal no se dejó asustar por los "lobos hambrientos" de Bosnia y se clasificó sin grandes problemas al Mundial de fútbol de 2010 en Sudáfrica, al batir hoy como visitante al combinado bosnio en Zenica por 1-0, repitiendo así el resultado del partido de ida de la repesca europea.
Sin su lesionado superastro Cristiano Ronaldo, Portugal llegó al gol en el minuto 56 a través del mediocampista Raúl Meireles. El hombre del Porto recibió solo en el área tras gran pase de Nani y doblegó al portero local Kenan Hasagic con remate cruzado.
Ante los 15.500 espectadores que colmaron las gradas del estadio Bilino Polje, el equipo local se lanzó al ataque desde el pitido inicial con mucho entusiasmo, pero poca organización.
Hasta los 20 minutos, Portugal, demasiado cuidadoso y respetando excesivamente al rival, prácticamente no pasó del mediocampo con balón dominado, pero los bosnios no consiguieron crear peligro real ante la valla lusa defendida por Eduardo.
La gran esperanza de gol de los bosnios, el buen centrodelantero Edin Dzeko, del Wolfsburgo alemán, no lograba dehacerse de la excelente marca de Bruno Alves y Ricardo Carvalho.
La primera y única oportunidad de gol de la primera etapa fue de los visitantes. Tras gran jugada colectiva, Meireles recibió el balón solo frente a Hasagic, pero el portero local rechazó con brillante reacción.
La ilusión local de llegar por primera vez a un Mundial se mantuvo en los primeros minutos de la segunda etapa, cuando ambos equipos mantuvieron una lucha equilibrada, aunque Portugal siempre fue más técnico y cerebral, mientras Bosnia vivía de sus ganas.
Pero el equilibrio no duraría mucho tiempo. El gol de Meireles echó un balde de agua fría sobre el entusiasmo de todo bosnio y bajó el telón del partido, ya que una Bosnia que exhibía demasiadas limitaciones se veía obligada a marcar tres goles para conseguir el pasaje a Sudáfrica.
A partir del gol, los bosnios se desesperaron y los visitantes se adueñaron definitivamente del control del partido.
En los 15 minutos siguientes al gol, los lusos tuvieron algunas chances de estirar la ventaja, sobre todo en los pies de un Meireles en espléndida forma, pero tuvieron compasión con Hasagic.
El entrenador local, Miroslav Blazevic, no hallaba la receta para inquietar a la "selec+Æo", y sus jugadores, que Blazevic había anunciado como "lobos hambrientos", repetían una y otra vez los centros intrascendentes al área rival.
A 15 minutos del final, el partido se desvirtuó y entró, de parte de los jugadores y espectadores locales, en el terreno del nerviosismo y las agresiones.
A los 76`, el mediocampista local Sejad Salihovic vio la tarjeta roja por acumulación de amarillas, tras una falta muy fuerte.
El jugador se negó a salir del campo de juego y en medio de las discusiones el juez de línea italiano fue agredido desde las tribunas por un objeto contundente lanzado por mano anónima.
Tras una pausa de varios minutos, que sirvió para atender al herido, afortunadamente las ánimos se calmaron, y el partido terminó con control absoluto de los visitantes, bajo la batuta de Deco, que ingresó a los 80` por Simao Sabrosa.
Ante un equipo bosnio rendido totalmente a su fracaso, los lusos tuvieron algunas chances, gracias a la velocidad de Liedson y la fuerza de Bruno Alves.
Con el pitido final llegó el festejo de los portugueses, que en la fase de grupos habían sido superados por Dinamarca y en Sudáfrica intentarán reeditar e incluso mejorar el gran desempeño de Alemania 2006, Mundial en el que acabaron en cuarto lugar.
Para el entrenador luso Carlos Queiroz, muy discutido en Portugal, la sensación fue probablemente de gran alivio, ya que no tendrá que "ir a lavar platos", como había temido, y podrá intentar salir de la sombra de su recordado antecesor, el brasileño Luiz Felipe Scolari.