Realizan en N.L. trasplante de parte de hígado de madre a hija originarias de Ramos Arizpe
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<span></span><span style="font-weight: bold;">Monterrey.-</span> Tras una cirugía de más de 22 horas, la señora Reyna Elizabeth, originaria de Ramos Arizpe, Coahuila, donó parte de hígado para salvar la vida de su hija Samantha, quien a consecuencia de un hematoplastoma -cáncer hepático- estaba al borde de la muerte.
La intervención quirúrgica se realizó con éxito en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) número 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en esta ciudad, y en ella participaron 60 especialistas.
El IMSS indicó que la única opción de vida de la menor era un trasplante de hígado de uno de sus padres, y resultó con mayor compatibilidad la madre, quien donó parte de su hígado a Samantha, la más pequeña de sus tres hijos.
El director del UMAE, Virgilio Lozano Leal, dijo que la intervención quirúrgica significó un doble reto médico, debido a que el tejido se obtuvo de donador vivo, es decir, las vidas de dos personas estaban en manos de los especialistas.
El Programa de Trasplante Hepático en este hospital se inició en mayo de 2003 y, hasta la fecha se han efectuado 25 de hígado; en lo que va de este año se han realizado dos cirugías de esta naturaleza.
El médico explicó que Samantha llegó al hospital en octubre de 2007 derivada de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de Ramos Arizpe, Coahuila, y los pediatras detectaron un tumor maligno en el hígado, el cual no cedía con medicamentos y ponía en riesgo la vida de la niña de tres años de edad.
El tumor no se expandió hacia otros órganos, lo que permitió la posibilidad de efectuar un trasplante de hígado, extrayendo el órgano enfermo y colocando tejido sano proveniente del hígado de su madre, dado que este órgano es el único en el ser humano que se regenera por sí solo.
El IMSS calificó la cirugía como toda una proeza, que se logró gracias a la capacidad del equipo médico del hospital, integrado por cirujanos oncólogos pediatras, pediatras, gastroenterólogos, anestesiólogos, terapistas, enfermeras y laboratoristas.
Revela que la niña ha respondido satisfactoriamente al tratamiento, ha tolerado la dieta que le asignó el personal de nutrición de este hospital y el resto dependerá de su evolución ante los medicamentos.
La señora Reyna Elizabeth dijo sentirse orgullosa de poder dar vida a su hija, al tiempo que hizo un reconocimiento al trabajo de los médicos, al que calificó de extraordinario.