Santa Claus se pone erótico
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<strong>Nueva York, EU</strong>.- Una galería de arte de Nueva York se transformó hoy en una fábrica de chocolate, desde la que saldrán hasta finales de año mil figuras diarias de lo que, para algunos, es un Santa Claus subido de tono y que se venderá a 100 dólares.<br>
La galería Maccarone del barrio de Greenwich decidió inundarse de ambiente navideño de una manera muy especial este año, al convertirse en un auténtico taller de chocolate, donde el artista estadounidense Paul McCarthy fabricará la versión más dulce de sus esculturas: un Santa Claus acompañado de un objeto que unos ven como un árbol de navidad y otros como un juguete sexual.
Eso es lo que tratan de dilucidar los curiosos que pasan por el espacio artístico y a lo que el escultor de Utah, que lleva esculpiendo obras de Santa Claus desde 2002, responde con el silencio.
Esta figura del personaje más famoso de la Navidad en estas latitudes es ya, sin embargo, todo un icono de la obra de McCarthy, quien, pese a que en esta ocasión titula su trabajo con un escueto "Santa", en otras se ha decantado por "Santa with butt plug" (Santa con consolador anal) para nombrar a la edición en bronce que, por ejemplo, mostró en Basilea (Suiza) el pasado junio.
Con esos antecedentes y la nada clara forma de un hipotético árbol de Navidad sin estrella, McCarthy ya ha causado cierto revuelo en Nueva York, donde parece que el chocolate se ha convertido en los últimos tiempos en objeto de polémica.
El pasado octubre el artista canadiense Cosimo Cavallaro exhibió una escultura de Jesús desnudo realizada con ese producto y que coincidió con la festividad de Todos los Santos, algo que le costó críticas por parte de la comunidad católica.
McCarthy, sin embargo, está dispuesto a sacar provecho de las miles de versiones en chocolate de su Santa Claus que llenen las paredes de la galería Maccarone y las venderá por 100 dólares como auténticas obras de arte, en este caso, de fabricación masiva.
Para dotar de sabor a esos polémicos Santa Claus, que miden más de 25 centímetros y pesan cerca de 400 gramos, el escultor ha unido sus esfuerzos con el maestro chocolatero Peter Greweling, del Instituto Culinario de Estados Unidos.
Greweling revisará unas creaciones que estarán compuestas de chocolates de alta calidad de la empresa familiar más antigua dedicada al cacao del país, la californiana Guittard, que opera desde 1868.
La galería Maccarone, por su parte, ha tenido que convertirse provisionalmente en fábrica de chocolate, por lo que los encargados del espacio tuvieron que realizar una serie de obras para adaptarse a las directrices que la ciudad de Nueva York aplica a los lugares donde se fabrican alimentos.
Tras estas modificaciones, la galería muestra cuatro espacios diferenciados: el taller chocolatero, la tienda donde se venden las esculturas, el lugar donde se empaquetan y un almacén.
El público puede observar la elaboración de las esculturas, desde el proceso de fundición del chocolate antes de colocarlo en un molde de Santa Claus.
Paul McCarthy ha utilizado en numerosas ocasiones alimentos y materiales comestibles en las obras que ha elaborado a lo largo de sus cuarenta años de carrera artística, en los que ha expuesto su trabajo en diferentes museos alrededor del mundo, entre los que destacan la Tate Modern de Londres o las sedes neoyorquinas del Guggenheim y el New Museum, entre otros.