Se niegan dramaturgos a escribir obras sobre la identidad mexicana
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<span></span><span style="font-weight: bold;">México.-</span> Los nuevos dramaturgos mexicanos se niegan a escribir obras sobre la identidad del país y se empeñan en "retratar" otras realidades, como es el caso de la literatura universal de hace dos mil años, aseguró el dramaturgo, promotor y defensor del teatro nuevo en México, Víctor Hugo Rascón Banda.
Durante la charla "Teatro, sociedad y democracia" que ofreció en el Aula Magna del Centro Nacional de las Artes (Cenart), el también escritor y guionista manifestó su preocupación al respecto e insistió en que los jóvenes "no quieren hacer referencia a nada que tenga que ver con México".
"No quieren reflejar la identidad del país, ni lo que somos, nuestras problemáticas y sueños. Son la generación del agua, pues al igual que ella, su teatro no huele, no sabe y no tiene color a México, sus obras están inspiradas en otra realidad", subrayó.
Rascón Banda criticó a las nuevas generaciones destacando que para ser universal "hay que hablar de lo que se tiene más cerca, es decir, del pueblo, de la familia y de nuestra ciudad", por mencionar algunos ejemplos.
Oriundo de la sierra Tarahumara e hijo de un memorable minero, se refirió al teatro como la más completa de las artes, pues en su opinión, lo tiene todo: poesía, música, arquitectura y danza "alberga a todas, lo cual hace que sea peligroso y por consecuencia, perseguido".
Sobre ese punto afirmó que el teatro no siempre ha tenido épocas de gloria como lo fue en el siglo de Oro Español, por el contrario, tiene el poder de denunciar a los poderosos, es decir, a gobernantes, empresarios e iglesia, "pero es censurado.
"No siempre en estas épocas, los gobiernos han permitido que el teatro sea un lugar donde se concentre la clase social, donde se puedan vivir otras historias. El teatro tiene ese poder de denunciar, es un arte que cuestiona la soberbia del poder", reiteró.
El también presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) indicó que la censura al teatro es más frecuente que en la literatura, "pues las publicaciones no provocan tanto alboroto como lo hace el teatro, éste se encuentra ligado a la sociedad y es su reflejo, es como su espejo", agregó.
"El teatro conmueve, ilumina, incomoda, perturba, exalta, revela, provoca y transgrede. Es una conversación compartida con la sociedad. Es la primera de las artes que se enfrenta con la nada, las sombras y el silencio para que surjan la palabra, el movimiento, las luces y la vida", expresó.
Propuesto por Alí Chumacero, Carlos Montemayor y Diego Valadés, para ser el tercer poseedor de la silla 28 de la Academia Mexicana de la Lengua, Rascón Banda nació en Santa Rosa de Lima de Uruáchic, Chihuahua, en 1948.
Es considerado como uno de los principales representantes del movimiento teatral Nueva Dramaturgia Mexicana, iniciado a finales de los años 70.
Entre algunas de sus obras destacan "Voces en el Umbral" (1978), "Los ilegales" (1981), "Tina Modotti o Retrato en Sepia" (1981), "La maestra Teresa" (1979), "Playa azul" (1984), "Homicidio Calificado" (1984) y "Máscara contra cabellera" (1985), entre otras.
Ha recibido galardones como el Premio Nuestra América, Premio por el 10 Festival Internacional Cervantino, Premio Letras Tomás Valle, Premio Latinoamericano de Teatro y el Premio Juan Rulfo a primera novela.