‘Hilos con historia’, Jeisel Hernández imparte charla sobre el pasado y el presente del bordado
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Probablemente nunca lo pensamos así, pero, el bordado, los hilos, esas delgadas fibras que siempre relacionamos con nuestras abuelas o mamás sentadas en una mecedora haciendo pequeñas puntadas por segundo para realizar una pieza que colgará en una vitrina anticuada, forman parte de la cultura, de la vida cotidiana y por ende también de la historia.
Para Jeisel Hernández, diseñadora textil e ilustradora, egresada de la Escuela de Artes Plásticas de la UadeC, el bordado ha significado muchas cosas en su vida, para ella bordar es un medio de expresión que en algunas ocasiones refleja experiencias personales. Y a pesar de que tejer, bordar, coser, son conceptos que siempre se relacionan con lo tradicional, actualmente esto está cambiando.
“Siempre tendemos a relacionar la palabra bordado con algo muy tradicional, sin embargo, el bordado tiene más de una década que se reinventó y se volvió contemporáneo, le estamos dando otro sentido, también se están rompiendo estereotipos, antes las únicas que bordaban eran las mujeres, pero ahora hay chicos que también bordan y es algo muy normal”, relató Jeisel en la conferencia “Hilos con historia”, que tuvo lugar el pasado jueves en el Recinto del Patrimonio Universitario de la UadeC.
En esta charla, la joven diseñadora compartió los proyectos en los que ha participado, sus intervenciones de bordado en fotografías, talleres que ha impartido, la manera en la que ha combinado el diseño con esta práctica. Y también un poco de la historia del bordado en el siglo XX, una actividad que, aunque podamos considerar pasiva y aburrida, está directamente relacionada con la resistencia de las mujeres.
“Una historia que me interesa mucho es la de las arpilleras de Chile, ellas eran mujeres que, en la dictadura de Pinochet bordaban lo que estaba sucediendo en esos momentos, las mujeres bordaban porque era la actividad domestica que predominaba en estos años, esta actividad fue en este caso una forma de resistencia frente a una dictadura en donde no había libertad de expresión, estas piezas nos cuentan lo que no se podía decir”, mencionó.
Por su parte, Jeisel ha participado en diferentes proyectos que abordan problemáticas sociales, uno de ellos fue “Morras Chidas Rotulando”, donde ha manera de homenaje se elaboraron piezas de bordado sobre algunas de las victimas de feminicidios en México. “Creo que, a partir de problemáticas sociales como está, el bordado hace comunidad y al menos trata de visibilizar, hacer conciencia y no minimizar estas situaciones” agregó.
Jeisel, quien también imparte talleres para enseñar a expresarse a través del bordado, está convencida de que bordar es arte, ya que, al minuto que se comienza a adaptar una pieza para reflejar tus intereses, dejas de ser artesano o tomar el bordado como un hobby, para convertirte en artista.