María de Zayas, la victoriosa
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Pensemos en una historia donde la protagonista, una joven de 14 años, toma venganza de su agresor, un hombre mayor que ella, y lo asesina a cuchilladas mientras duerme. Después se enfrenta a la cómplice del violador y también le encaja el cuchillo en el pecho. Sale victoriosa y la ley no la acusa. Tal vez parezca la trama de una serie contemporánea, de esas que pretenden revindicar a las mujeres. Pero no. Es una novela corta publicada en 1637. María de Zayas, la autora, fue una novelista de gran éxito en los afamados Siglos de Oro, época que legó esplendorosas joyas a la literatura española. Recuerdo los nombres que aparecen en las antologías y en los libros de historia: San Juan de la Cruz, Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Calderón de la Barca, Luis de Góngora. Las mujeres que generalmente se reconocen son Santa Teresa de Jesús y Sor Juana Inés de la Cruz, el “Fénix de América”, que cierra el último periodo. Una poeta por siglo, en los momentos más enriquecedores de la cultura de aquellos tiempos, no suena muy equilibrado. ¿Y las narradoras?
Clara Janés publicó un libro que se llama “Las primeras poetisas en lengua castellana” donde incluye 43 escritoras. En una nota preliminar explica que en la literatura española no se ha atendido, con la importancia que merece, la obra escrita por mujeres. Destaca uno de los pocos trabajos elaborados con rigurosidad sobre el tema. Se trata del estudio “Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833” de Miguel Serrano y Sanz. El mismo autor publicó otro libro extenso titulado “Antología de poetisas líricas”. Janés se basó en estas dos compilaciones y en otras de las autoras antologadas, incluyendo un curioso volumen de María de Zayas y Sotomayor: “Novelas ejemplares y amorosas”. Este título, que recuerda al nombre de “Las novelas ejemplares” de Cervantes, es considerado el “Decamerón español”. El “Decamerón” original es un libro famoso del poeta humanista Giovanni Boccaccio, contemporáneo de Dante Alighieri. En la historia, unas personas se reúnen para huir de la peste. Estos personajes, con la intención de entretenerse, cuentan relatos con diferentes temas. Zayas se inspira en esta estructura para plantear sus novelas.
En muchas de sus narraciones, María de Zayas expone la realidad de las mujeres y las injusticias que padecían por la desigualdad. Por eso es común que le llamen “precursora del pensamiento feminista”. Alicia Yllera, en un artículo para la Real Academia de la Historia, comenta que las novelas, pese a su éxito, no siempre fueron bien recibidas: “Ningún censor del siglo XVII encontró nada que objetar a sus novelas, pero el puritanismo y la misoginia del siglo XIX y de principios del XX, atacaron parcial o totalmente su obra”. Críticos literarios como M. G. Ticknor o Ludwig Pfandl calificaron los libros de Zayas como “libertinos” y “obscenos”. El silencio fue también otro enemigo de ella. En los últimos años se ha vuelto a publicar su obra para devolverle el reconocimiento que se le negó tiempo después.
La trama contada al principio corresponde a la novela “La burlada Aminta y venganza del honor”. Aminta, huérfana bajo el cuidado de su tío, es seducida con engaños por un maleante que se aprovecha de ella. Zayas, lejos de condenarla, la convierte en su heroína. Aminta significa “la protectora”. Cuando asesina a los maleantes, se cambia de nombre a doña Vitoria (o sea la victoria), en un final muy simbólico. Casi nada se sabe de María de Zayas. Nos dejó 20 novelas en un par de obras grandes. Su mirada distinta y femenina, junto con la de otras voces de su tiempo, hace pensar en nuevas posibilidades para dialogar la literatura dorada de aquellos siglos. Las mujeres, al igual que los hombres, han defendido su honor todos los días a lo largo de la vida. Aminta convertida en doña Vitoria lo comprueba.