Kristen Stewart y Lady Di, ¿qué las hace tan parecidas?
Ya sea por la extrema necesidad de ser absolutamente perfecta o por increíble parecido físico, la actriz que saltó a la fama con ‘Crepúsculo’ ahora tiene un vínculo irrompible con la Princesa Diana al protagonizar ‘Spencer’, cinta que estrena este 5 de noviembre en EU
Interpretando a la Princesa Diana, en la época en que justamente había querido dejar de ser Princesa, Kristen Stewart deslumbró con los estrenos internacionales de los Festivales de Venecia y Toronto. Solo le falta la ‘corona’ del Oscar, pero no queda ninguna duda que por primera vez será considerada entre las próximas nominaciones.
-El sistema de la Casa Real se parece bastante al Sistema de Hollywood donde lo estudios tratan de conservar el glamour de las estrellas de cine. ¿Qué tan difícil te resulta mantener tu personalidad y tu independencia en ese ámbito?- “Supongo que trato de ser yo. Es algo que cualquiera trata de encontrar en todos los aspectos de la vida, incluso como cualquier mujer moderna de la sociedad occidental donde creemos que tenemos que hacer ciertas cosas... hasta que crecemos y nos damos cuenta que no tenemos que hacerlo, que es posible elegir. Y es por eso que no siento que tenga que imponerme nada extremo”.
-¿Crees que la Princesa Diana pudo haber pensado igual?- “Es algo que tuve que pensar al verla desde afuera. En especial por el extremo de sentir que tenía la necesidad de ser absolutamente perfecta. Yo puedo cometer errores. Hay una enorme diferencia entre el trabajo del actor y un miembro de la familia real que trata de mantener una nación unida. No considero que mi trabajo sea tan grande. Si así fuera, no vomitaría de nervios atrás de cámara. Por supuesto, ya no tengo tantos miedos como los tenía cuando era joven pero supongo que es algo que llega con la edad”.
Es difícil comparar la fama de Kristen Stewart con una figura histórica como una verdadera princesa como Diana Spencer. Pero es cierto que Kristen vivió ciertos paralelos de popularidad desde que se convirtió en estrella de cine con la eterna historia de vampiros de “Crepúsculo”. A lo largo de cinco superproducciones, durante cuatro largos años no pudo salir a la calle sin pasar por al lado de los fotógrafos o los fans que la esperaban en la puerta de su casa. Ni hablar del popular romance que vivió en la ficción y realidad con Robert Pattinson, hasta la revelación de su sexualidad, estando en pareja ahora con la guionista Dylan Meyer y los rumores confirmados esta semana de una próxima boda en puerta.
Su vida privada siempre estuvo entrelazada con el plano profesional. Como cuando en el rodaje de “Snow White and the Huntsman” tuvo que superar el pánico a los caballos y también le dejó un ojo morado a Chris Hemsworth después de pegarle por accidente, aunque el director dejó después la escena en la versión final del cine. Lo curioso es que Woody Allen ni siquiera la conocía y la llamó para protagonizar “Café Society”, después de haberla visto también con Jesse Eisenberg en una menos conocida “Adventurland” (2009). En las taquillas, Kristen pasó la barrera de los 70 millones de dólares, como una de “Los Angeles de Charlie”, el mismo año que también protagonizó la vida de otra actriz famosa como Jean ‘Seberg’ (perseguida por el FBI en los años ’60). con un nivel artístico muy parecido a la nueva película de “Spencer”.
-¿Por qué crees que la Princesa Diana tenía tanto poder en el corazón y la imaginación de la gente, como si todo fuera realmente un cuento de hadas, cuando ahora sabemos que no lo era?- “Yo creo que siempre fue así, desde que nació. Hay gente que nace con una energía innegable. Lo triste es que siendo una persona tan normal se sentía muy sola, aunque el resto de la gente se podía llegar a sentir acompañada estando al lado de ella. Supongo que solo pretendía recibir lo mismo que ella daba. Todos somos espejos de todos. Lo que das, vas a recibir. Y creo que ella también estaba desesperada por revelar cierta verdad sobre el mundo en que vivía. Desde afuera, puedo decir que los británicos generalmente se muerden los labios mentalmente y es una buena generalización para ella. Cuando veo fotos o videos de Diana, siento que tiembla el suelo y no se sabe lo que puede llegar a pasar. Y es realmente increíble ver que alguien que hacía sentir tan bien a la gente, se sintiera tan mal. No hemos tenido gente así históricamente”.
-¿Después de haber interpretado su vida en el cine, se siente como si la hubieras conocido personalmente?- “Siento que cualquier persona puede llegar a sentir que la conoce, porque ese era su talento. Lo hermoso de la Princesa Diana es que era accesible a todos y cualquiera podía sentir que era amigo de ella. Pero irónicamente, ella era la persona menos conocida, alguien que nunca quiso estar sola. Hay gente que lo aprecia y otros lo odian. Ella buscaba conectarse con gente, quería estar rodeada de gente en su vida, pero al mismo tiempo era el ser humano más aislado del mundo, al menos en estos tres días que mostramos en el cine. Lo más triste es que nunca la vamos a poder conocer aunque supongo que le hubiera encantado contar su historia, ella misma”.
Dirigida por el mismo chileno Pablo Larraín que ya había llevado al cine la historia de “Jackie” Kennedy con Natalie Portman, ahora Kristen Stewart cuenta la historia de la Princesa Diana, en el preciso momento en que decidió separarse del Príncipe Carlos. Y en medio de los rumores de los romances extramatrimoniales y el posible divorcio, la historia ‘imagina’ lo que pudo haber pasado durante aquellos últimos días de fidelidad, en la Navidad que realmente festejaron en la residencia real de Sandringham. Y lo que Disney hubiera transformado en un cuento de hadas, Kristen Stewart lo transforma en un verdadero drama.
-¿Podemos decir que la película ‘Spencer’ en cierta forma es el cuento de hadas más real del cine?- “Totalmente. Todos sabemos que los cuentos de hadas son buenos para dormir a los niños pero también para darles una perspectiva optimista de la vida, hasta que crecemos y nos damos cuenta que tener ese estilo de vida es realmente difícil. Y este es el caso, donde una princesa quiere dejar la idea de ser reina, porque quiere ser ella misma”.
-Es curioso tu parecido físico con Lady Di ¿Hasta qué punto trataste de imitarla a la perfección?- “En realidad, si hubiera tratado de crear o imitar a la Princesa Diana, como alguien perfecta, hubiera perdido la vida que realmente tenía su personalidad”.
-¿Pero qué tan divertida resultó la transformación física para convertirte en la Princesa Diana?- “Bueno, los tres días antes que ella decidió abandonar a la familia real, que mostramos en el cine, imaginamos que probablemente no fueron demasiado divertidos. Pero la transformación física fue un verdadero placer. Me sentí totalmente libre, viva y mucho más alta (risas)”.
-¿Cuál dirías que fueron los mejores días del rodaje?- “Los mejores días del rodaje para mí, resultaron ser todos los días, porque es rodaje del montaje que se ve en el cine, que fue todo muy liberal. El único plan que teníamos era elegir el look de la habitación y poníamos algunas canciones que marcaban la energía del ambiente. Casi todos los días, teníamos algún momento en la agenda donde yo podía bailar en un lugar distinto, con cierto vestuario específico determinado. Y recién ahí, Pablo (Larraín, el director) elegía una canción que siempre me escondía hasta que la ponía al momento de filmar con las cámaras”.
-¿Investigaste en la preparación algunas reglas de etiqueta real, lo que está bien o lo que no puede hacer una princesa?- “Tuvimos asesores de la realeza, gente que nos contaba todo lo que no sabíamos. El escenario que elegimos para filmar es donde realmente pasó todo. También aprendí sobre las referencias, lo que se supone que hay que hacer, como no ir a la cocina sola y robar comida, ese estilo de detalles que ni siquiera me acuerdo ahora (risas). Pero siempre había alguien con nosotros que se aseguraba que todo estuviera correcto, tratando de mantener la autenticidad, porque obviamente siendo estadounidense y con un director chileno, no somos de Gran Bretaña. Pero la verdad, lo único que todavía me acuerdo son las reverencias que había que hacer para saludar”.
-¿Interpretando a la Princesa Diana mantuviste la misma pasión que en el personaje de Bella de ‘Twilight’?- “Me acuerdo que al leer el libro de ‘Twilight’, sentí que yo era ella. Es algo que nunca sentí con ningún otro personaje. Supongo que tiene que ver que era adolescente en una época donde yo también tenía el mismo estilo de despertar y conocer mi cuerpo o ciertos deseos determinados donde la gente suele decirte que algo está mal y todo lo que no deberías hacer pero te encantaría hacer. Era una historia muy ‘cool’ para contar a esa edad.
-¿Qué tan difícil resultaría encontrar hoy un éxito tan contundente como tuviste con las producciones de ‘Crepúsculo’?- “Yo nunca vi a mi carrera como un momento para buscar ningún éxito. Tuve suerte. Digamos que no tuve nunca una vida aburrida. Será por eso que nunca pensé “Ah, este es mi momento y tengo que hacer algo”. Yo siempre quise hacer cine desde mi infancia y siento que mi objetivo es estar al servicio del proyecto de otras personas. Me encanta ser la mano que da trabajo. Será por eso que nunca supe lo que quería hacer. Al día de hoy sigo pensando que necesito gente que me contraté.