Reviviendo la Navidad
Hay una oferta múltiple de títulos relacionados a las fechas que ya nos alcanzaron, y aunque ninguna de ellas llega al nivel que mantienen títulos como “¡Qué Bello es Vivir!”
Hace un par de años, en vísperas de la Nochebuena, recomendamos en estos espacios un verdadero clásico de Navidad como lo es “¡Qué Bello es Vivir!” (Frank Capra, 1946), debido a su transmisión por cable.
Hoy día, como lo comentamos desde hace un mes con exactitud con el estreno por Apple TV de la versión en comedia musical del clásico de Charles Dickens “Un cuento de Navidad” ahora con Will Ferrell y Ryan Reynolds bajo el título de “El Espíritu de las Fiestas”, o bien con el de “El diario de Noel”, de Charles Shyer, a través de Netflix, hay una oferta múltiple de títulos relacionados a las fechas que ya nos alcanzaron, y aunque ninguna de ellas llega al nivel que mantienen títulos como “¡Qué Bello es Vivir!”” podemos encontrar en la misma Netflix al actor mexicano Mauricio Ochmann tomando la estafeta de James Stewart en aquel clásico pero combinada con otra cinta de hace casi tres décadas como “Hechizo del tiempo” (Harold Ramis, 1993), protagonizada por Bill Murray.
La cinta es cuestión se titula “Reviviendo la Navidad”, es la ópera prima de Marc Alazraki (“Mentada de Padre”), otro de los integrantes de la dinastía cinematográfica Alazraki, la cual inicia muy a la manera de la mencionada “El Espíritu de las Fiestas” con una serie de números musicales en su caso de villancicos tradicionales de la Navidad dentro de un centro comercial para de ahí cortar a Chuy Padilla (Ochmann), un hombre de familia que coincidentemente el mismo 24 de diciembre es el día de su cumpleaños por lo que la ocasión invita a un festejo doble en el que desde sus padres (José Sefami y María Rojo) hasta sus hermanos y parientes no solo se dan cita para cenar en su casa sino para pedirle favores.
Sin embargo, en esta Nochebuena le llegan al límite al grado de salirse en medio de la cena de su casa para ir a tomar una copa en un bar donde el bartender resulta ser una especie de Hada Madrina en drag que es la que le lanza la maldición de revivir la Navidad cuantas veces sea necesario para que encuentre el verdadero significado de esta celebración.
Para cuando el director Frank Capra hizo “¡Qué Bello es Vivir!”, la historia de George Bailey (James Stewart), un hombre de negocios de un pueblito tradicional norteamericano quien recibe la visita de un ángel al momento en que va a suicidarse para mostrarle lo que sería la vida de los suyos y su mismo pueblo si el tomaba esa decisión, ya había hecho historia con clásicos como la comedia “Sucedió una Noche” (1934) y cuando menos dos clásicos previos protagonizados por su actor fetiche Stewart como las también ganadoras del Oscar “Vive como quieras” (1938) y “Caballero sin espada” (1939), por lo que luego de documentar junto a otros grandes cineastas la Segunda Guerra Mundial desde sus mismas trincheras vio como necesario volver a trabajar con Stewart en un cierre de trilogía de joyas fílmicas.
Por lo mismo, “Reviviendo la Navidad”, hecha por publicistas y colgándose del espíritu mercantilista que priva en estos días por encima de lo que verdaderamente importa en medio de una pandemia que no se ha ido y una guerra que se mantiene tras meses de conflicto en Ucrania sin contar la que se libra en algunos estados y municipios de nuestro país, es mejor ver a Ochmann como chavo ruco reventado en una comedia más original como con es el caso de “¡Qué Despadre!”, de Pitipol Ybarra, disponible por VIX Plus, que interpretando a este olvidable grinch mexicano. ¡Feliz Navidad!
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo