CEO de Deutsche Bank reafirma apoyo a Grecia

Dinero
/ 22 septiembre 2015

    "Es nuestro genuino interés contribuir a la solución de los problemas sociales , tanto a nivel nacional como internacional", aseguró el directivo en la asamblea anual de accionistas en Fráncfort.

    Fráncfort.- El presidente ejecutivo del mayor banco alemán, Deutsche Bank, Josef Ackermann, reafirmó hoy el apoyo al plan de ayuda europea a Grecia y llamó a la cordura a la hora de aplicar medidas que regulen más estrechamente las actividades financieras.

    "Es nuestro genuino interés contribuir a la solución de los problemas sociales, tanto a nivel nacional como internacional", aseguró el directivo en la asamblea anual de accionistas en Fráncfort.

    Según Ackermann, el mayor banco germano lo demostró por su "especial compromiso en la solución de la crisis de Grecia".

    Ackermann fue uno de los principales impulsores de la contribución que ofrecieron de forma voluntaria al paquete de ayuda a Grecia los bancos y las aseguradoras alemanas, muchos de ellos importantes acreedores del país heleno.

    "No nos tiene que desconcertar el hecho de que estos y otros esfuerzos no sean reconocidos siempre y en todas partes, e incluso sean desacreditados por círculos interesados", dijo.

    Las instituciones crediticias alemanas ofrecieron retener y no vender sus títulos de deuda soberana griega ni cerrar líneas de crédito al país heleno como contribución para paliar la delicada situación de Atenas.

    Esta medida desató críticas en las filas de la oposición socialdemócrata al igual que lo hicieron las dudas expresadas por Ackermann en un programa de televisión sobre la capacidad de Grecia para superar su gigantesco déficit público.

    "Los grandes inversores no necesitan los talk-shows para formarse una opinión, pero sí los pequeños", replicó Ackermann a sus detractores.

    Las gigantescas deudas de muchos de los países de la zona euro ponen en peligro la reactivación económica, advirtió asimismo. "Las perspectivas para 2010 siguen conllevando un alto grado de inseguridad".

    El ejecutivo recordó que todavía se sienten las sacudidas de la crisis financiera, a las que se han sumado nuevos problemas como la crisis de la deuda y la presión sobre el euro.

    Ackermann opinó que la situación complica la búsqueda del momento apropiado para poner fin a los programas estatales de ayuda e introducir medidas regulatorias.

    En este sentido, el máximo directivo del Deutsche Bank admitió que es necesario reformar el sistema financiero.

    "No hay duda: Tenemos que hacer el sistema más estable y erradicar con firmeza las falencias que salieron al descubierto especialmente en el sector bancario durante la crisis. Y que son varias: demasiado poco capital propio y liquidez, demasiado riesgo, demasiado poca transparencia, falsos estímulos y otras cosas más".

    Sin embargo, Ackermann apeló a buscar "la medida adecuada, el equilibrio adecuado a la hora de regular" y en diálogo estrecho con todos los afectados.

    "Los ataques verbales a los llamados especuladores y la retórica política de una `guerra` entre los mercados y el Estado no son saludables en este diálogo y no llevan a ningún lado".

    Ackermann fue blanco de repetidas críticas desde que se desató la crisis financiera. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Sch,uble, fustigó en una reciente entrevista el objetivo proclamado por Ackermann de obtener un rendimiento de capital de 25 por ciento.

    El presidente del Deutsche Bank aseguró a los accionistas que toma en serio "la pérdida de imagen del sector bancario en general". "Los bancos no operan en el vacío, sino que son parte de la sociedad en la que están y para la que trabajan. No podemos crecer en un mundo paralelo".

    Ackermann reafirmó las metas de obtener un rendimiento de capital de 25 por ciento antes de impuestos así como beneficios de 10.000 millones de euros hasta 2011.

    En el primer trimestre del año, el primer banco germano registró beneficios de 1.800 millones de euros, frente a 1.200 millones de euros del mismo periodo de 2009. El Deutsche Bank cerró el año crítico de 2009 con un superávit de 5.000 millones de euros.

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