La conquista de Repsol
COMPARTIR
TEMAS
Pocos conocen la razón del por qué Pemex intenta intervenir en el control de la administración de la española Repsol. Lo que sí se sabe es que en este caso son muchos los intereses que se entrelazan y que no sólo se trata de un problema de orgullo nacional entre dos países. Pero ¿por qué la paraestatal se interesó en esa inversión?
La información que la opinión pública ha recibido no ha sido clara, más bien parece confusa.
Lo que se sabe es que entre Pemex y Repsol las cosas se pusieron feas.
Y el conflicto podría convertirse en la disputa legal más importante en la historia reciente de las relaciones empresariales entre México y España.
Pero detrás de todo esto hay una pregunta clave:
¿Qué fue lo que llevo a Pemex a intentar intervenir en el control de la administración de Repsol YPF?
El acuerdo que inició el conflicto fue el siguiente: administrarían en conjunto Repsol entre Petróleos de México y la constructora española Sacyr Vallehermoso.
Pero para entender este affaire primero hay que conocer a la protagonista de la historia: Repsol YPF, una empresa internacional integrada de petróleo y gas, con actividades en más de 30 países.
Esta corporación se ha convertido en una de las diez mayores petroleras privadas del mundo y la mayor compañía privada energética en latinoamérica en términos de activos.
Su negocio principal es la extracción de petróleo y gas, transporte, refinación y distribución de productos derivados.
Además, tiene una fuerte presencia en los mercados de gas y electricidad en España, Europa y latinoamérica a través de su participación del 30.1 por ciento en la empresa Gas Natural Fenosa.
Pero ¿cómo se inserta la paraestatal mexicana en esta historia?
Contrario a lo que se cree Pemex es accionista de Repsol desde hace más de 20 años con una participación cercana al 5 por ciento.
Pero eso no fue lo que desencadenó el conflicto.
En una acción sin precedentes, el pasado mes de julio Pemex compró acciones en la bolsa de Madrid para incrementar su participación en Repsol al 9.8 por ciento.
Acto seguido firmó un acuerdo con la constructora española Sacyr Vallehermoso, para tomar decisiones en conjunto para controlar la administración de la empresa española.
Éste al parecer fue el cisma que provocó el disgusto de los hombres españoles de empresa.
Pero la historia no termina ahí. Existen otros personajes que juegan un papel clave en la trama y han provocado que los ojos del mundo entero estén fijos en esta operación.
Analicemos.
EL SOCIO SACYR
El grupo Sacyr Vallehermoso es una empresa española dedicada a la construcción, promoción de viviendas, gestión de infraestructuras, actividades patrimonialistas y de servicios.
Es el principal accionista de Repsol con el 20 por ciento de las acciones y cuenta con tres asientos en su consejo de administración.
Las acciones de Pemex y Sacyr suman juntas el 30 por ciento de Repsol y votadas en conjunto podrían hacer cambios importantes en la administración de la empresa, incluyendo la posibilidad de nombrar a un nuevo presidente del consejo de administración.
Sin embargo el resultado de este acuerdo quedó muy lejos de crear la sinergia que se esperaba.
En cambio ha desatado uno conflictos empresarial mayúsculo.
El consejo de administración de Repsol reaccionó como si se hubiera tratado de una compra hostil de la compañía.
El presidente de Repsol Antonio Brufau ha recurrido a todos los medios a su alcance para detener esta alianza y está intentando incluso de expulsar a Juan José Suárez Coppel (director general de Pemex) de su consejo de administración.
Brufau ya convocó a una reunión urgente del consejo de administración.
Ahí acordaron cambiar su reglamento en lo que se refiere a operaciones vinculadas. Prohibieron que se realicen con consejeros o accionistas representados en el consejo.
Por si fuera poco en la petrolera española saltaron las alarmas con el informe en el que Pemex decía que había llegado el momento de "capturar beneficios concretos" en Repsol, gracias a que su alianza le permitiría "ejercer influencia suficiente para incidir en decisiones estratégicas".
Entre las oportunidades que, según su análisis, se le abrían con el aumento de participación, Pemex citaba el acceso a la tecnología de exploración y producción de Repsol o el desvío de flujos de crudo hacia sus refinerías.
A LA MESA CON REPSOL
La participación accionaria de Pemex en Repsol es para muchos una novedad.
En realidad la paraestatal mexicana es accionista de esta empresa desde hace más de 20 años. Incluso es su socia fundadora y ha participado en proyectos energéticos en la península ibérica desde hace más de 30 años.
La verdadera novedad radica en el aumento de su participación accionaria que pasó de un 4.8 a 9.8 por ciento.
Además está el acuerdo con la Constructora Sacyr -la cual tiene el 20 por ciento de Repsol- para votar de forma conjunta en el consejo de administración.
En 1992 Pemex aumentó su participación del 2.88 al 4.8 por ciento. Desde entonces ambas empresas han mantenido una relación de negocios.
En el 2003 Repsol participó como contratista de Pemex en la cuenca de Burgos y fue participante activo en la primera ronda de licitación de los contratos integrales de Pemex Exploración y Producción.
Ahora en 2011 Pemex anunció el aumento en su participación accionaria para así fortalecer la posición de Pemex en el Consejo de Administración de Repsol.
Repsol, a través de su Grupo de Tecnología Geofísica, ha presentado a Pemex la propuesta comercial para "el acceso de Pemex a las tecnologías Caleidoscopio de Repsol". Incluso también el Proyecto Sherlock ha sido ofrecido por Repsol a Pemex.
HUELE A GAS
Los equipos legales de Pemex y Repsol se preparan para presentar sus argumentos.
Sin embargo un tercero en discordia, La Caixa, ha sido un actor fundamental en este conflicto.
Siendo el segundo accionista en importancia en Repsol con el 13 por ciento de las acciones, La Caixa se encargó de convencer a todos los accionistas minoritarios, inclusive a uno de los consejeros de Sacyr, para que se votara en contra de una alianza entre Pemex y Sacyr.
Pero, ¿quién es La Caixa?
La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (en catalán: Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona), más conocida como "La Caixa", es la caja de ahorros más importante de Europa, la tercera entidad financiera de España.
Es el segundo accionista de Repsol con el 13 por ciento de las acciones.
El presidente de Repsol Antonio Brufau, fue propuesto por La Caixa. Además es el principal accionista de Gas Natural Fenosa con el 36 por ciento de las acciones.
Pero su involucramiento no termina ahí. La Caixa tiene un acuerdo firmado con Repsol (en conjunto tienen la mayoría de la empresa) para votar en el mismo sentido, con el fin de administrar Gas Natural Fenosa.
Además es dueña del 20 por ciento de las acciones de Inbursa y los consejeros en Inbursa son parte del consejo de Repsol.
EL PAPEL DE GAS NATURAL
Gas Natural Fenosa (nombre social Gas Natural SDG, S.A.) es una multinacional energética líder del sector del gas en España y en Iberoamérica.
Además es la cuarta compañía del mundo por volumen de gas transportado con amplia presencia en México donde es el segundo operador privado de generación eléctrica.
Tras el reciente proceso de adquisición de la compañía eléctrica Unión Fenosa, tercera del mercado español, Gas Natural Fenosa ha culminado su objetivo de integrar los negocios de gas y electricidad en una compañía con larga experiencia en el sector energético
Gas Natural Fenosa es dueña del 100 por ciento de las acciones de Gas Natural México, sin embargo el año pasado realizó una operación de venta del 15 por ciento de su participación a Sinca de Inbursa pero tiene una opción para recomprarlas en el 2013.
Pemex sabe que en el negocio del gas se le abren oportunidades y así lo manifiesta en el documento "Contexto del aumento de la inversión en Repsol".
En la página 18 del informe interno se menciona expresamente la intención de aprovechar "intercambios de prácticas y conocimientos en proyectos de transporte de gas natural y licuefacción" así como la posibilidad de "generar oportunidades de negocios en distribución de gas natural".
Pemex y Sacyr declararon también su voluntad de obtener "sinergias de las participadas relevantes de Repsol", lo que fue interpretado inmediatamente como un anuncio que afectaba a Gas Natural.
LA CNE, A ESCENA
La Comisión Nacional de la Energía (CNE) declinó exigir a Pemex que presente una solicitud de autorización para el aumento de su participación en Repsol y su alianza con Sacyr.
Ante la toma de una influencia significativa por parte de una petrolera estatal de un país no comunitario en la mayor empresa energética española, la CNE justifica su inhibición en que Gas Natural no forma parte del grupo Repsol.
Gas Natural ejerce actividades reguladas (el ámbito donde se hace necesaria la autorización) y está controlada de forma conjunta por La Caixa y Repsol.
Sin embargo, la CNE estima que dichas actividades no resultan imputables como propias a la petrolera "por cuanto Repsol y Gas Natural Fenosa no forman parte, en sentido estricto, del mismo grupo empresarial".
La CNE considera que debe haber una relación de dependencia específica y cualificada y que no basta con que Repsol controle Gas Natural de forma conjunta con La Caixa.
Pemex y Sacyr son conscientes de que tienen la batalla perdida en el consejo de Repsol, así que preparan su artillería legal para acudir a los tribunales y tratarán también de hacer valer su participación cercana al 30 por ciento en la junta de accionistas.
¿Qué buscan las partes?
Estamos en el inicio de un conflicto donde hay mucho en juego y que para algunos de los participantes significa mucho más de lo que está a la vista.
En México nos encontramos en la etapa inicial de un ciclo de modernización de nuestra industria energética donde poco a poco tendrá que haber más apertura a más jugadores por lo que los ya presentes buscan consolidar sus posiciones.
La Caixa tiene ya intereses en México tanto por su participación en Gas Natural como por sus inversiones con Inbursa, con los que consideramos que hay una relación de negocios que van más allá de ser orgulloso patrocinador del museo Soumaya.
- Pemex
Sus objetivos van en el sentido de buscar sinergias con su inversión en Repsol además de hacer más rentable y activa su participación en la misma.
- Sacyr
Al asociarse con Pemex tiene una participación más activa en la administración de Repsol y que esto la puede llevar a generar más negocios para la constructora y más valor para sus accionistas.
-La Caixa
Se siente amenazada de perder el control de la administración de Repsol y que esto a su vez pueda perjudicarle en al administración de Gas Natural Fenosa, vital para el manejo de Gas Natural México.