Por polémicas, AMLO busca bajar a Adán Augusto de la contienda presidencial: Riva Palacio
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Asegura el periodista que la tolerancia del Presidente llegó a su fin ante los escándalos de su amigo de juventud, el exsecretario de Gobernación, que han acaparado la prensa en los últimos días
CDMX.- Andrés Manuel López Obrador toleró, por al menos ocho meses, los excesos y frivolidades de Adán Augusto López, pero la paciencia del Presidente ha llegado a su fin, asegura el periodista Raymundo Riva Palacio.
El analista político afirma en su último artículo, publicado en VANGUARDIA, que el mandatario federal busca bajar a su amigo de juventud de la contienda presidencial porque, como consecuencia de sus polémicas, le resulta ahora una “gangrena”.
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“El presidente Andrés Manuel López Obrador le toleró los excesos y frivolidades a su amigo de juventud... quizás por el papel que le tenía asignado para jugar en el proceso de sucesión presidencial dentro de Morena”, refiere el periodista.
De acuerdo con Riva Palacio, la tarea de López Hernández era legitimar la victoria de Claudia Sheinbaum en la encuesta para la candidatura presidencial de Morena y, en caso de ser necesario, un Plan B en la contienda electoral, por eso lo hizo participar.
Desde el arranque de su campaña, Adán Augusto se ha visto envuelto en escándalos, pero todos habían sido ignorados por el Presidente, quien guardó silencio incluso pese a las advertencias de “sus colaboradores de las andanzas” de López Hernández. Hasta esta última semana.
“López Obrador se ha distinguido por tener un discurso enérgico contra la corrupción, pero laxo en los hechos, a menos que los excesos salgan a la luz y se socialicen, que lo llevan a tomar decisiones radicales”, indica el analista.
DE ESCÁNDALO EN ESCÁNDALO
La primera crisis que tuvo López Hernández, recuerda Riva Palacio, fue el choque entre César Yáñez −quien iba a coordinar su campaña− con Andrea Chávez, “la diputada que ha recibido consideraciones extraordinarias del todavía aspirante”.
El asunto terminó con el despido de Yáñez, pero esto sólo fue el preludio de lo que vino después:
“Las fotografías de los relojes de lujo en la muñeca de Adán Augusto, y los viajes en aviones militares de la familia de Chávez, junto con videos de eventos donde sugerían una cercanía más allá de lo profesional”, escribe Riva Palacio.
En respuesta, la diputada federal por Morena ha dicho que se trata de una calumnia y “una campaña de desinformación y guerra sucia”. Pero nunca negó ni afirmó si era su familia o no la que fue fotografiada viajando dentro de un avión de la Sedena.
Respecto a los señalamientos sobre una presunta relación personal con López Hernández, Chávez defendió su carrera política y estalló contra las críticas.
“Jamás me robarán la sonrisa con su misoginia, porque yo lucho, precisamente, para que nuestras hijas se libren por siempre de esta violencia. Más temprano que tarde, los neandertales volverán a su cueva, y ya no saldrán jamás”, publicó en sus redes sociales.
Sobre esta última polémica, refiere Riva Palacio, el Presidente fue advertido desde octubre del año pasado por el fiscal general Alejandro Gertz Manero.
“Le informó al presidente que Adán Augusto tenía una relación personal con Chávez, que era vocera de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, y sobresalía como una de las propagandistas del gobierno más activas en las redes sociales”, detalla el periodista.
López Obrador no actuó ni llamó a cuentas a su amigo cercano, tampoco lo hizo cuando en diciembre, añade el periodista, le informaron que Adán Augusto estaba haciendo activismo entre gobernadores recaudando para su campaña fondos, que “en ese momento se estimaban en 750 millones de pesos”.
El editorialista revela que hace cinco meses Gertz Manero volvió acercarse a AMLO para advertirle de nuevo sobre Adán Augusto, esta vez porque el aún secretario de Gobernación “había jalado recursos del Fondo de Aportaciones para Seguridad Pública para este año”.
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“Una vez más, nada sucedió”, refiere Riva Palacio, pero lo primeros síntomas de la molestia de López Obrador aparecieron cuando, tras las elecciones de Coahuila y Edomex, le pidió a Adán Augusto “que fuera el último de los aspirantes a sucederlo en presentar su renuncia”.
Sin embargo, añade, López Hernández “nunca presentó su renuncia, sino que le trasladó al Presidente la decisión, esperando que fuera una licencia que le permitiera regresa”, pero el Presidente nombró a Luisa María Alcalde en su lugar.
El exsecretario de Gobernación no empezó a actual con cautela pese a las señales que el tabasqueño le mandó sobre su molestia.
El tema que finalmente acabó con la tolerancia del Presidente, asegura Riva Palacio, fue el de los millonarios relojes.
“Desde al menos agosto del año pasado, los medios de comunicación notaron los relojes de alta gama que Adán Augusto lucía, incluyendo uno valuado en 70 mil dólares. A pesar de ello, continuó usando relojes lujosos sin percatarse del daño que causaban a su campaña”, añade el columnista.
La debacle exsecretario se “avivó con las fotografías de la familia de Chávez en aviones privados supuestamente del Ejército”. Ahora “López Obrador necesita cortarse la gangrena, bajándolo de la contienda presidencial”, asevera el analista.
